El turismo rebaja su aportación económica, pese a la expansión de transporte y ocio
La contribución del sector al Producto Interior Bruto se ha reducido en un punto entre 2000-2007
Actualizado: GuardarEl pinchazo del turismo que se percibe en los últimos meses se atribuye a la agudización de la crisis -menor gasto por viajero, reducción de las estancias, caída de las pernoctaciones y ligero recorte de las llegadas de extranjeros- pero la reducción del peso de este sector en la economía española arranca en realidad a comienzos de la década.
Si en el año 2000 la demanda final turística era equivalente al 11,6% del Producto Interior Bruto español, esa proporción se había rebajado casi un punto porcentual en 2007, para quedar el pasado año en el 10,7% de esa magnitud. Exactamente 111.984,2 millones de euros.
La 'cuenta satélite' del Turismo en España, que acaba de publicar el Instituto Nacional de Estadística, proporciona una visión económica en la que se constata la lenta pero continuada reducción de la aportación económica del turismo. Su contribución al PIB ha descendido una décima cada año, desde el inicio del siglo, excepto en 2002, cuando registró un brusco desplome de cuatro décimas. La caída hay que atribuirla en su totalidad al turismo receptor.
Otros componentes de la actividad han compensado en parte ese retroceso. Así lo refleja el comportamiento de las distintas ramas. En 2007, el valor añadido bruto del transporte aéreo, transporte terrestre, y de las actividades recreativas, culturales y deportivas creció a ritmos superiores a la media de las más características del turismo y hasta del conjunto de la economía. Por el contrario, el valor añadido de la restauración y los servicios de alojamiento experimentó una expansión menor del promedio.
Las cifras de la industria turística también reflejan esta tendencia. Mientras el número de hoteles y alojamientos asimilados ha crecido el 13,4 % en los últimos cinco años, y el de establecimientos de restauración apenas ha aumentado un 0,9%, el incremento se dispara hasta el 31% en el grueso de las empresas de actividades recreativas, culturales y deportivas. También es notable la expansión registrada entre 2003 y 2007 en las compañías de transporte aéreo y en las agencias de viajes, aunque estas últimas ya muestran signos de estancamiento por la competencia del negocio a través de internet
Más viajes al exterior
En comparación interanual, la demanda turística final creció el pasado año el 5,3% a precios corrientes y apenas el 1,5% en términos reales, una vez descontada la inflación. El turismo receptor aumentó el 4,8% -una tasa inferior a la registrada en los cuatro años precedentes- lo que no impidió a España mantener el segundo puesto en el ránking mundial tanto por cifra de visitantes -llegaron 59,2 millones, el 6,6% del total- como por ingresos. Los ligados al turismo alcanzaron en 2007 la cantidad de 49.415,4 millones de euros.
El pasado ejercicio los españoles todavía se consideraban ricos. Y el gasto turístico de los residentes creció un 10,4% en los destinos al exterior, frente al avance del 8,6% registrado en 2006. En los destinos interiores, el gasto de los nativos apenas aumentó el 4,5% frente al 9% de un año antes. Resultado de todo ello, el saldo entre turismo receptor y emisor se situó en 29.424 millones de euros, cifra equivalente al 2,8% del PIB. Aunque esta proporción es dos décimas inferior a la contribución de 2006, todavía supone un importante alivio para el saldo deficitario de la balanza de pagos por cuenta corriente de España con el resto del mundo. Que la actividad del sector turismo está cambiando lo prueba también la evolución por segmentos. El de viajes de negocios fue el que tuvo un comportamiento más dinámico en 2007, aumentando su contribución a la demanda turística global.
También fue el que presentó mayor gasto medio diario, con 215 euros diarios, frente a los 94 euros que desembolsaron como media por jornada el conjunto de los turistas. También superaron este listón los viajeros que se mueven por intereses culturales o deportivos, y aquellos otros que se desplazan con el principal aliciente de realizar compras. Pero el segmento mayoritario de viajeros, el que se desplaza con ocasión de vacaciones familiares, todavía representa el 80% del total. Aunque el pasado año la cifra creció en valores absolutos, se produjo una desaceleración en su avance.