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Hillary reclama más poder a Obama
El programa diplomático de la nueva secretaria de Estado exige mayor financiación para resolver los conflictos estadounidenses en el mundo
Actualizado: GuardarHillary Clinton quiere más poder y más dinero para el Departamento de Estado que dirigirá a partir del 20 de enero. Con Obama centrado en la complicada situación interna del país, la ex primera dama tiene muy avanzado el plan de prioridades con el que pretende reforzar la presencia norteamericana en el mundo. De entrada quiere mayores competencias para afrontar los problemas económicos globales, para lo cual tendrá que convencer al presidente electo de que rebaje el peso del departamento del Tesoro en asuntos internacionales, muy reforzado por Bush en sus ocho años de mandato. Además, pretende crear un equipo de enviados especiales de alto nivel que trabajen directamente en los puntos calientes. De esta manera tratará de revivir una práctica habitual en la Administración de Bill Clinton, cuando Richard C. Holbrooke, Dennis Ross y otros prominentes diplomáticos jugaron un papel destacado como mediadores en los Balcanes y en Oriente Próximo.
Hillary parece encaminarse a un fortalecimiento de la diplomacia tras un largo período, especialmente en la etapa de Colin Powell como secretario de Estado, en el que el Pentágono o la oficina del vicepresidente Cheney ejercieron un dominio considerable sobre la política exterior de EE UU. Las pretensiones de Clinton son tantas y podrían afectar a tantos departamentos que no se descartan conflictos con otros miembros del Gobierno.
De momento, ni Clinton ni Obama se han referido a enviados especiales o misiones específicas, si bien se ha mencionado el nombre de Dennis Ross como posible delegado para Oriente Próximo, así como el de Richard C. Holbrooke, que suena para Afganistán y Pakistán, y posiblemente para Irán. La Administración Bush apenas ha usado la figura del enviado especial. En su etapa al frente del Departamento de Estado, Condolezza Rice ha manejado personalmente la mayoría de las iniciativas de misiones de paz.
Análisis astuto
En declaraciones a The New York Times, Aaron Miller, analista del prestigioso Woodrow Wilson International Center, opina que los cambios que pretende Clinton «no habría que verlos como una simple reacción a la línea marcada por Bush, sino como un análisis astuto de lo que va a funcionar en política exterior en estos momentos». Con tantos problemas fuera, incluidos Pakistán, Irán y Afganistán, tiene sentido, a juicio de Miller, que la Casa Blanca se embarque en un gran esfuerzo diplomático.
Pero un incremento del despliegue diplomático que persiga cambios reales en los conflictos más complejos lleva parejo un aumento de los recursos económicos. Para ello, Hillary quiere contratar a Jacob J. Lew, director de presupuesto con Bill Clinton. El fichaje de Lew para un puesto que nunca fue cubierto por la Administración Bush sugiere que la nueva secretaria de Estado está decidida a obtener una gran partida presupuestaria para su departamento. Bien conectado con algunos pesos pesados del Partido Demócrata, Jacob J. Lew trabaja en la actualidad como ejecutivo de operaciones financieras del grupo Citygroup en el extranjero.
Un responsable de la campaña de Obama se ha pronunciado en la línea marcada por Clinton. «Si vamos a reestablecer la diplomacia como herramienta del arsenal de EE UU, necesitamos a alguien que pueda trabajar con el presupuesto y que se involucre también en su gestión». Según la misma fuente citada por The New York Times, Clinton cuenta con el apoyo para obtener más recursos del secretario de Defensa, Robert M. Gates, así como del futuro consejero de seguridad nacional, el general James L. Jones.