Un año difícil

El 21 de diciembre se cumplió un año, maldito año, un año bastante duro para todos. Hay veces que las cosas no vienen muy bien y a poco a poco se va saliendo como uno puede y con ayuda de los demás y de los que te quieren, pero siempre hay una persona que se echa en falta. Una persona que lo haya dado todo por ti, que se haya desvivido, que te haya cuidado siempre, alguien que en los momentos difíciles siempre estaba ahí, te escuchaba y siempre tenía unas palabras de ánimo y unos consejos sabios. Que la experiencia no la da una carrerea, sino la vida.

Ese recorrido que hacía cada vez que iba a verte a casa de San Fernando a Cádiz ahora se hace un camino imposible. Tener que cambiar de dirección hacia Chiclana me llena de rabia y pena a la vez, tan solo, tan frío, tan difícil de asimilar por muchas semanas que pasen, tan duro a la hora de decirte adiós, hasta la semana que viene.

Qué daría por dar marcha atrás y volver a tomarnos el cafelito juntos, verte salir de tu cuarto haciendo una de las tuyas, y sobre todo encontrarte allí. Siempre que vuelvo a casa tengo la esperaza de encontrarte ahí como siempre, pero me encuentro con la realidad. Vienen fechas difíciles, con recuerdos inolvidables, montando juntos el Belén, yendo a comprar los reyes, o el beso al terminar las doce campanadas, el día 31.

El 23 de enero hubieras cumplido 96 años. Estés donde estés para mí siempre seguirás contando. Feliz Navidad y gracias por todo.

Juan Félix del Río Rosendo. Cádiz