Navidades en la playa

Una vez cerrados los nombramientos de su futuro gobierno, Barack Obama ha encontrado por fin el momento de abandonar por unos días la primera línea política, y las heladas calles de Chicago, para escaparse con su familia y un grupo de amigos a su Hawai natal. Trece días en los que el presidente electo tendrá que leer informes y seguir pronunciándose sobre diversos temas, aunque previsiblemente con un ritmo menos intenso. Los Obama y amigos se han instalado en Kailua, un tranquilo barrio pegado al mar en Oahu, la isla más poblada del archipiélago, donde fueron recibidos por centenares de residentes con pancartas y fotografías.

Los ilustres visitantes descansan en un lujoso chalet valorado en 9 millones de dólares que han alquilado para la ocasión. La vivienda está situada en lo alto de una colina cerca de una playa frecuentada por windsurfistas. No se han publicado fotografías del presidente electo en bañador, pero abundan las de un sonriente Obama jugando al golf.

Pero estas vacaciones tropicales a un mes de asumir la presidencia son inseparables de ciertas obligaciones para las que Obama se ha traído a un pequeño grupo de asesores. Cada día tendrá que leerse los informes de inteligencia, además de mantener la vista puesta en otras tareas relacionadas con el periodo de transición a la Casa Blanca. El presidente electo no tiene planeado ninguna aparición pública, aunque sigue muy de cerca la investigación que se realiza al gobernador de Illinois, Rod Blagojevich, por la supuesta venta del asiento de Obama en el Senado. Antes de Navidad se hará público un informe detallando los contactos de miembros de su equipo con Blagojevich en el que previsiblemente tratará de dejar claro que nadie de su entorno estaba al tanto de los manejos corruptos del gobernador demócrata. La semana pasada, Obama aseguró que no había encontrado ningún contacto «inapropiado» entre miembros de su equipo y Blagojevich. Lo importante ahora es ver si el informe aporta elementos nuevos que dejen fuera de toda sospecha a los hombres de Obama.