'No', a Dios gracias
Actualizado: GuardarDios gracias que los diferentes eurodiputados han sabido apretar el botón correcto a la hora de votar y han dicho «no» a la jornada laboral de 65 horas semanales. Con la que está cayendo, sólo nos faltaba ampliar la jornada laboral para que el número de parados crezca sin final. Los parlamentarios europeos, tan poco permeables en ocasiones a los problemas del pueblo llano, han querido esta vez hacer piña entorno a los intereses de todos y cada uno de los trabajadores y no de los mercaderes. Los acuerdos laborales consensuados a principios del siglo XX, después de arduas batallas con la patronal, no se pueden quebrantar ni cambiar por capricho; aunque algunos están aún empecinados en creer que sí. Juan García Rodríguez. Cádiz