El trato de Zapatero a Montilla y Chaves provoca malestar
Las demás autonomías exigen ser escuchadas sobre la financiación
Actualizado:Lo que surgió como un intento de José Luis Rodríguez Zapatero de aplacar los ánimos de las fuerzas políticas catalanas por la tardanza de un pacto sobre financiación ha puesto en pie de guerra a las comunidades autónomas gobernadas por el PP. Incluso ha escocido a algunos socialistas y a varios gobernantes del PSOE. El Ejecutivo defiende que las reuniones del sábado con el presidente de la Generalitat, José Montilla, y la Junta de Andalucía, Manuel Chaves, no empecen un acuerdo multilateral, pero el primer partido de la oposición le acusó ayer de querer cerrar «de espaldas al resto de los españoles» un sistema que afecta a todos.
Al final, la cita ha resultado más problemática que eficaz. Al menos, en apariencia. Zapatero no consiguió firmar con Montilla el «acuerdo político» con el que aspiraba a encarrilar las negociaciones. Y la estratégica inclusión de Chaves en las conversaciones tampoco valió para que las comunidades menos ricas interpretaran que se las estaba teniendo en cuenta. La secretaria general del PP, María Dolores Cospedal, se mostró implacable. «No es de recibo que dos socialistas se sienten a estudiar la financiación autonómicacuando es un tema que afecta a todas las comunidades autónomas», dijo en un acto de su partido en Ávila. En la misma línea, el presidente de la Junta de Castilla y León, Juan Vicente Herrera, interpretó que el Ejecutivo aspira a alcanzar una «solución rápida» con Cataluña para imponerla «a capón» al resto.
Incluso el presidente de una comunidad popular próxima a los planteamientos catalanes sobre financiación, el valenciano Francisco Camps, se mostró crítico con la cita de La Moncloa. Madrid (PP), Valencia (PP) y Baleares (PSOE) forman con la comunidad de Montilla un bloque de aspiraciones similares. Pero Camps reclamó a Zapatero que abra una ronda de contactos con todos los presidentes autonómicos e instó a un encuentro sobre financiación entre el presidente del Gobierno y Mariano Rajoy. «Este asunto no se puede despachar con reuniones bilaterales y sin la transparencia que requiere», señaló.
Factor demográfico
Los socialistas también hicieron oír su voz. El presidente de la Xunta de Galicia, Emilio Pérez Touriño, se reunirá en los próximos días con el responsable del Gobierno para hacer valer la necesidad de que el nuevo sistema tenga en cuenta la dispersión de la población y el envejecimiento. Y el extremeño, Guillermo Fernández Vara, avisó de que a Extremadura «no la representa nadie que no sea su presidente», en alusión a las pretensiones de Andalucía de convertirse en garante de un acuerdo satisfactorio a quince.