Buñuel se pasa a la historieta
El cacereño Fermín Solís investiga en el rodaje de 'Las Hurdes, tierra sin pan' por el genial cineasta aragonés
Actualizado:Se dio a conocer con el cómic recopilatorio Dando tumbos, al que siguieron títulos como La otra vida, No te quiero, Los días más largos, La pelusa de mi ombligo, Lunas de papel... Fermín Solís (Cáceres, 1972) es uno de los dibujantes con mayor proyección en el dinámico panorama del cómic autóctono. Su último reto, Buñuel en el laberinto de las tortugas, es un buen regalo para estas fechas, dada su naturaleza, tanto para amantes del cine como para aficionados a los tebeos, o curiosos del arte en general. El álbum versa sobre cómo pudo ser el rodaje de Las Hurdes, tierra sin pan, tercera película del maestro Buñuel, uno de los primeros documentales hecho en España. «Apenas hay documentación sobre aquel rodaje, Buñuel sólamente le dedica un párrafo en sus memorias», cuenta Solís. «He querido contar un momento decisivo en la vida de Luis Buñuel: la ruptura con el grupo surrealista y la búsqueda de sí mismo, exiliado de España, asqueado de Estados Unidos, odiado en Francia por los sectores radicales de derecha por sus anteriores filmes... Este momento marca un antes y un después en la carrera del cineasta».
La idea de esta arriesgada obra surgió «de casualidad. Estaba buscando material para mi nuevo cómic y me apetecía cambiar tanto de registro de dibujo como de guión. Buscaba un argumento muy sólido, novedoso y que me permitiese contar una historia larga». Ni corto ni perezoso, el autor viajó por las Hurdes, buscando allí su tema. «Las Hurdes son un lugar con muchas leyendas y yo nunca las había visitado, seguro que había algo interesante que contar», explica. «Me encontré con la figura del cineasta y la película que rodó allí en 1933, que aún hoy día continúa siendo polémica. Luego, al buscar documentación para escribir el guión en la Filmoteca, su director se interesó por el proyecto y me propuso publicarlo con ayuda de la Junta de Extremadura y del Centro de Documentación de las Hurdes».
Subvención, cara y cruz
Así ha sido, no hay una editorial de cómic detrás de la publicación de Buñuel en el laberinto de las tortugas, cuestión que, según cuenta el dibujante, tiene sus ventajas, o no: «Con publicar un libro así cada año podríamos decirse que se podría vivir del cómic, porque tiene una subvención detrás, con un adelanto mientras trabajas, y el pago restante a la entrega del libro. Eso no lo hace ninguna editorial de cómic. Pero luego está la otra cara de la moneda, una distribución irregular, no se reimprimirá en caso de agotarse la edición... Aparte, se queda fuera de listas de novelas gráficas recomendadas...».
Solís ha colaborado en revistas como Rockdelux y en las páginas de Recto, Dos veces breve y Buen provecho si hablamos de viñetas. Actualmente alterna el cómic con la ilustración. Editoriales como SM, Pearson o La Galera cuentan con su personal trazo, influido por la escuela Bruguera, los autores underground americanos, Jacques Tati, la UPA, Hanna & Barbera, Sasek, Sempé, Quentin Blake, Hergé... «Babeo con el dibujo de Jaime Hernández, roza la perfección. También Daniel Clowes y Seth, su perfeccionismo me abruma, pero por otra parte también me gusta mucho la soltura de Sfar».