CRÍTICA DE TV

Moralista inmoral

Aunque últimamente a Telecinco le crecen los enanos en forma de indemnizaciones, la penúltima de las resoluciones judiciales no le saca los cuartos. Al menos directamente. No porque a los programas de la casa no le gusten las cámaras ocultas en los bolsos sino porque la televisión implicada en el recurso de casación es Canal 9. Por una cámara oculta en el programa PVP. La naturópata grabada (y condenada por intrusismo) ejerció la defensa de sus derechos a la intimidad, al honor y a la propia imagen y ahora el Tribunal Supremo le ha dado la razón, que no es algo que se tiene o no se tiene. Es algo que a uno le puede sobrar, pero otra cosa es que te la concedan judicialmente. Se necesitan ganas, suerte y dinero (la actora está pleiteando desde hace ocho años). El Supremo sienta la doctrina de que la intromisión de la cámara oculta no está justificada por el derecho a informar. De acuerdo con las circunstancias concurrentes. Aunque haya que ir caso por caso, se puede adivinar que esas circunstancias concurrirían también en las cámaras ocultas hechas a un sacerdote durante una confesión y en un confesionario. O a unos médicos en el hospital después de la muerte de Antonio Puerta (ambas en La noria). O las del tongo de Miss España en Al descubierto (quizá la pieza inaugural en la tele nacional de la avalancha de cámaras ocultas). Al descubierto, por cierto, era de la misma productora (El Mundo TV) que lo de la naturópata, donde el Supremo ha optado por el artículo 18 de la Constitución (honor, intimidad, imagen) frente al 20 (información).

Actualizado: Guardar
Enviar noticia por correo electrónico

Asumiendo la posibilidad de que todos tengamos algo del moralista inmoral de Juvenal, los espacios que han usado (El programa de Ana Rosa) y abusado (7 días 7 noches, El diario de) de la cámara oculta han justificado el procedimiento con la excusa de obtener una información que de otra manera no se conseguiría. Y han alegado la denuncia social. Pero tratándose de televisión, más bien habría que alegar el share. Hay mucha desfachatez disfrazada de servicio público (que alguna vez lo habrá). A lo mejor estamos ante el comienzo de algo y va a empezar a meterse mano a la desfachatez televisiva.