Opinion

Eufemismos

Así se designan a las palabras que maquillan la realidad, y que, de alguna manera, modifican el juicio ético o legal sobre ella. Por ejemplo, sería el caso de llamar «amigo de lo ajeno» al ladrón. Surgen porque tienen una carga vital o existencial muy fuerte, como es el caso de la llamada «interrupción voluntaria del embarazo», o aborto. Actualmente estamos en una época de avance científico y técnico importante, aunque limitado, y mucho más en las ciencias bio-sanitarias en que por más que sabemos más nos damos cuenta de lo que desconocemos, de manera que este supuesto avance indefinido nos hace vivir en un mundo de ilusión y ensueño, y en el que estamos seguros de que todos los problemas de la vida, de cualquier orden que sea, van a tener solución.

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Un embrión humano se produce tras la fecundación de un óvulo por un espermatozoide. Inicialmente es una celulilla microscópica, pero todos venimos de una de ellas. Hay personas que consideran que el embrión no es humano hasta que han transcurrido 14 días de la concepción, momento en que se implanta en el útero materno. Asombrosa disquisición: es algo así como si dijéramos que alguien no tiene derecho a la vida en España porque no lleva más de tres años residiendo legalmente aquí. ¿Quién puede defender eso públicamente sin ponerse colorado y exponerse a ser llamado cruel e inhumano?

Sin embargo, algunos investigadores, vamos a llamarlos así, en base a la multipotencialidad de esas células embrionarias que van a diferenciarse posteriormente en todo tipo de tejidos, quieren trabajar con ellas y manipularlas para conseguir presuntamente tratar enfermedades. Pero esto es una mera hipótesis de trabajo, dado que la mayor parte de las enfermedades que pretenden tratar no se sabe por qué se producen, y están generando unas falsas expectativas en la población.

Por otra parte, sabemos que el fin no justifica los medios. Así pues, decir que se va a trabajar con embriones humanos, con vidas humanas incipientes que finalmente se destruirán es muy fuerte. De modo que para maquillar la situación y que tenga la aceptación del gran público, se les cambia el nombre a los embriones y se les llama células madre embrionarias. La embriología humana es una ciencia relativamente moderna, pero que aporta mucho al conocimiento del hombre, sano y enfermo: el ser humano que nace es el mismo que fue concebido, siendo necesario dejar pasar un tiempo en el seno materno para que se produzcan una serie de transformaciones, se desarrolle y pueda ver la luz. ¿Podemos quedarnos tranquilos éticamente cuando hablamos de investigación con células madre embrionarias?

Isidoro Cobo Moreno. Cádiz