ALIMENTACIÓN

Caprichos navideños

La caza es un placer y la becada, también; llamada chocha y sorda, bocado de sibaritas. Ave migratoria, por octubre baja del norte de Europa a las tierras templadas del sur, vuela en zigzag y ofrece un difícil blanco. El sabor de la carne de la becada figura en uno de los lugares preferentes de quienes la comen. Y si no es pieza fácil de cazar, tal vez lo sea menos de cocinar. No se parece en nada a la perdiz o a la codorniz silvestre, y tampoco las fórmulas de cocina son similares. Son deliciosas las becadas con castañas, cebollas, ajo, setas, perejil... y asadas.

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Las angulas son auténtico capricho gastronómico, a 500 euros el kilo baratas como nunca, y no siempre de calidad porque las más vivas y de más fuerza toman el avión para los arrozales chinos y japoneses, donde se convertirán en anguilas. Son uno de los platos -o entrantes sería más exacto decir- más codiciados a lo largo y ancho de la piel de toro. Se cocinan a la bilbaína en cazuela de barro con aceite hirviendo, ajos y guindilla.

Los ahumados han roto las barreras de la distancia y están, cada día más al alcance de todos los bolsillos. Su presencia en cualquier mesa viste la ocasión de gala. Al hablar de ahumados, pensamos en el salmón, rey indiscutible, pero en los últimos años han aparecido otros aspirantes no menos cotizados de trucha, anguila, arenque, chicharro y hasta de sardina. Se venden en filetes y los más cotizados son los de Noruega y el escocés. Son ideales a la hora del aperitivo o del tentempié, y están exquisitos sobre pan moreno, ligeramente untado en mantequilla y regado con unas gotas de limón.

Cavas, champán, y vinos, son placer en la mesa, el toque final, y además buenos para el corazón si se beben con moderación y siempre acompañando a las comidas. El cava es un vino espumosos natural criado por el método champañés, y cada día gustan más los Brut, con poca azúcar. El champán es el vino blanco espumoso que se obtiene en la región francesa de Champagne. Y finalmente, el vino buscando el maridaje vinos-platos, algo algo más complicado que el blanco con el pescado y el tinto para la carne.