Muere 'Garganta Profunda'
La historia del caso Watergate, o cómo las informaciones anónimas de un alto responsable del FBI a un periodista provocaron la caída del presidente Richard Nixon en 1974, contiene todos los ingredientes de las mejores novelas de espionaje. Mark Felt, el personaje central, fue durante 30 años Garganta Profunda, la fuente anónima más famosa en la historia de EE UU. En 2005, decidió desenmascararse en un artículo en la revista Vanity Fair en el que reconoció sus contactos secretos con los periodistas Bob Woodward y Carl Bernstein, de The Washington Post. Esta confesión sorprendió incluso a Woodward y a Bernstein, que habían prometido no revelar la identidad de la fuente hasta después de su muerte. Felt acaba de fallecer en California a los 94 años rodeado de los suyos, pero el paso del tiempo parece no haber marchitado su leyenda.
Actualizado: GuardarSin la participación de Felt, probablemente el caso Watergate no hubiera estallado. De él partieron las informaciones sobre las prácticas de abuso de poder de Nixon, incluidas las famosas grabaciones ilegales ordenadas por el presidente en el hotel Watergate, o las operaciones de lavado de dinero en las que estaba implicado el propio Nixon. Garganta Profunda jugaba con dos barajas en esos momentos. Como informador secreto, facilitaba a la prensa material de enorme interés. Como número 2 del FBI, luchó contra los intentos del presidente de obstruir la investigación que la agencia había iniciado a raíz de propagarse el caso en los medios.
Hasta entonces, los estadounidenses no habían conocido a un presidente que actuara como un conspirador criminal, a periodistas que surgieran de pronto como héroes, o a fuentes anónimas como Felt que, aunque no del todo deseables, eran vistas como necesarias para aclarar la verdad. En medio de la guerra del Watergate, cuando Nixon fue informado por su jefe de Gabinete de que Felt estaba detrás de las filtraciones al Washington Post, el presidente maldijo su nombre y se preguntó en tono amargo: «¿Por qué demonios está haciendo esto?». Incluso esta conversación en el Despacho Oval de la Casa Blanca fue grabada y divulgada con posterioridad. Nadie ha respondido a esta pregunta con claridad. Aseguró más tarde que el presidente había estado manipulando al FBI para su beneficio. Sabía que llegó a servirse de la CIA para que forzara al FBI a que dejara de investigar, argumentando razones de seguridad nacional. Felt vio esa acción del presidente como una forma de obstrucción a la justicia y la rechazó. Al final, Nixon se vio en un callejón sin salida y dimitió.