Desarticulada una red de venta ilegal de fármacos no autorizados para caballos
Se ha imputado a seis personas de la provincia por delitos contra la salud pública y estafa
Actualizado: GuardarLa Guardia Civil ha desarticulado una red de distribución y venta ilegal de medicamentos veterinarios no autorizados en España, en la que participaban seis personas de la provincia de Cádiz que han sido imputadas por delitos contra la salud pública y estafa. Las medicinas, que se aplican generalmente en caballos y perros, entraron en España a través de un laboratorio veterinario de Cataluña, que los comercializó a los imputados.
Las medicinas que se vendían ilegalmente pertenecen a la marca Equipalazone, en sus diversas variantes de aplicación: Powder (en grajeas), Paste (en crema) y Hemo 15 (inyectable). Todas ellas son variantes de un mismo compuesto médico: el fenilbutazona, un antiinflamatorio y analgésico no esteroide utilizado con animales y en menor medida, con humanos. «Es un compuesto que existe en España y es muy utilizado como antiinflamatorio», aunque no bajo la marca comercial intervenida, explica el presidente del Colegio de Veterinarios de Cádiz, Federico Vilaplana.
La medicina se aplica generalmente para tratamiento de heridas, cojeras, artritis y otros cuadros de dolor agudo en equinos, «no como dopaje», afirma Vilaplana.
Sin embargo, desde la Guardia Civil indicaban ayer que estos medicamentos podrían tener también usos anabolizantes, ya que mitiga el dolor y el cansancio.
Riesgo para las personas
Las medicinas incautadas suponen, además, un riesgo para la salud ya que se vendían sin los pertinentes controles sanitarios y de calidad, «mermando así las garantías de la Ley de Garantías y Uso Racional de los Medicamentos». Aparte, al ser antiinflamatorios potentes, suelen precisar de la correspondiente prescripción facultativa, explica la Guardia Civil en su comunicado, y recuerda cómo el riesgo sobre la salud también se extiende a las personas si las carnes de los animales se hubiesen destinados al consumo humano.
Los agentes del Seprona encargado de la investigación de la trama, se incautaron de un total de 324 cajas de fármacos. Además, se ha comprobado que las ventas ya efectuadas a empresas veterinarias han ascendido a más de 15.000 euros.