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Opinion

Gasta mucho

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Se podría decir en estas fechas que el mensaje para todos los ciudadanos será este: «Quiero que gastes mucho para probar que amas a tu familia». Así es, en este mundo globalizado donde manda el mercado y el consumo banal, y depredador, parece que es el mensaje de Navidad.

Hace apenas un año una terrible noticia asomaba las esquinas de las pantallas de televisión, la crisis alimentaria. El arroz, el maíz,... multiplicaban sus precios por diez. Escaseaban estos alimentos y se temía por la hambruna en África. No por la que ha existido siempre, sino porque también se multiplicara por diez.

Los gobiernos, las reservas federales estadounidenses y europeas han inyectado capital suficiente como para hacer desaparecer el hambre del mundo. Lo fácil que hubiera sido entonces acabar con la hambruna. No acaban con el hambre y la pobreza porque no quieren, porque la necesitan, para que exista un Estado del Bienestar, para que existan unos países desarrollados, deben de existir otros subdesarrollados, esta es a la nueva religión. La del consumo, la del mercado. Y la tenemos en casa, a través de la televisión.

Y nosotros, la clase media, empeñada hasta los dientes con hipotecas. Soportando la crisis, intentaremos no gastar pero ya está aquí, ya ha llegado. Tenemos que consumir mucho para probar que amamos a nuestras familias. Para ser felices tenemos que tener cada vez más. Más vacíos nos sentimos. Esta es la verdadera crisis, no es económica, no es financiera, la verdadera crisis de Occidente es humana, es falta de humanidad.

Ángel Gómez de la Torre. Puerto Real