Caso desgraciado
Actualizado:El suicidio en prisión de Maximino Couto constituye un desgraciado desenlace que corona un caso de violencia machista de características excepcionales. El sistema penitenciario se ha mostrado incapaz, primero, de prever la violenta conducta del recluso, quien asesinó durante un permiso a su novia e intentó hacer lo mismo con su ex mujer; y, ahora, de velar por la integridad física del asesino confeso. A la exigencia para que la investigación abierta por Interior sobre la supuesta negligencia del funcionario encargado de detectar la alarma de la pulsera GPS que llevaba Couto el día del crimen determine eventuales responsabilidades, ha de unirse la de la máxima claridad sobre las circunstancias que rodearon la determinación del interno de quitarse la vida.