Una bolsa sospechosa obliga a cerrar una hora el aeropuerto
Los Tedax explosionaron la maleta, que finalmente no contenía material peligroso Dos vuelos se vieron directamente afectados por la evacuación, que afectó a un centenar de personas
Actualizado: GuardarEl aeropuerto de Jerez fue escenario ayer de una jornada de caos y confusión como consecuencia de la aparición de una bolsa de viaje que levantó las sospechas de los Cuerpos y Fuerzas de Seguridad del Estado, aunque afortunadamente todo quedó en una falsa alarma. Se da la circunstancia de que Aena estaba realizando un simulacro de emergencia cuando se produjo el incidente, por lo que un amplio dispositivo policial y de la Guardia Civil pudo ser activado de manera inmediata.
Los hechos ocurrieron alrededor de las 11.00 horas, cuando un taxista alertó a los agentes que se encontraban en el aeropuerto de la existencia de un paquete en la terminal de Llegadas del que sobresalía un cableado que llamó la atención de los presentes. Según esta persona, una mujer había depositado la bolsa en el citado lugar minutos antes, abandonando las instalaciones del aeródromo de inmediato.
En cuanto saltó la alarma, un equipo de desactivación de explosivos de la Benemérita, que se encontraba participando en el simulacro, procedió a inspeccionar el objeto en cuestión. Como confirmó la propia Guardia Civil, fueron dos perros adiestrados los que detectaron al olfatear la maleta algo que parecía un material explosivo, por lo que el aeropuerto fue evacuado con carácter de urgencia. Un centenar de personas que se encontraban en el interior del recinto fueron desplazadas a los aparcamientos, mientras que efectivos de la Guardia Civil cerraron la entrada por la autopista impidiendo el paso de otro centenar de vehículos, cuyos conductores mostraron su asombro y preocupación por no poder acceder al aeropuerto y no recibir las correspondientes explicaciones al respecto.
Caos aéreo
La evacuación de todo el perímetro se produjo por espacio de una hora, tiempo durante el cual los especialistas de la Policía Nacional Tedax hicieron explosionar la bolsa, con el objetivo de abortar cualquier peligro o posible acción ofensiva. El tráfico aéreo, obviamente, no pudo menos que verse afectado por el trajín de los acontecimientos. En concreto, fueron dos vuelos los directamente perjudicados, uno de ellos procedente de Palma de Mallorca y el otro de Barcelona.
Así, fueron los pasajeros de Air Berlín 5366 los que, a su llegada al aeródromo jerezano, no pudieron desembarcar y permanecieron una hora y media en un autobús por los alrededores del recinto, a la espera de que las Cuerpos y Fuerzas de Seguridad solucionaran lo ocurrido. En el caso del vuelo 5702 de Vueling procedente de Barcelona, tuvo que ser desviado al aeropuerto de Sevilla, hasta que la situación estuvo controlada y el comandante pudo tomar rumbo a Jerez. Esto también provocó el retraso de numerosos vuelos con destino a Suiza, Barcelona y Palma, cuyos pasajeros tuvieron que esperar en algunos casos más de una hora a que se restableciera la normalidad.
Los Tedax, por su parte, tras la detonación revisaron a fondo la bolsa de viaje comprobando que no existía ningún material considerado peligroso. Como explicaron fuentes de la Guardia Civil, pudo tratarse de alguna sustancia utilizada en la cosmética como la glicerina o el componente de algún medicamento lo que despertó el olfato de los canes. De cualquier modo, los expertos dedicaron todo el día de ayer a analizar los restos, una vez que certificaron su inocuidad, con el fin de averiguar qué fue lo que hizo saltar las alarmas.
El aeropuerto volvió a retomar su actividad normal a eso de las 12.45 horas, aunque las Fuerzas de Seguridad mantuvieron precintada la zona en la que se había descubierto el paquete durante algún tiempo más. En el aeródromo se respiraba una calma tensa, y el comentario general era lo curioso de que el suceso hubiera ocurrido justamente en mitad de un simulacro de emergencia que se volvió real.
Ello, precisamente, favoreció el que un importante número de agentes, ambulancias y demás personal estuviera presente en el momento de los hechos, y se pudiera poner en marcha el protocolo de actuación con mucha mayor celeridad. De cualquier modo, la misma plantilla del aeropuerto reconoció que se vivieron momentos de honda preocupación, aunque todo quedó finalmente en una mera anécdota.
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