El presidente ignora las presiones de los socialistas catalanes sobre financiación
Las presiones de los socialistas catalanes para que el acuerdo sobre la financiación autonómica esté listo en la fecha prometida del 31 de diciembre no quitan el sueño a José Luis Rodríguez Zapatero. El jefe del Ejecutivo se mostró ayer convencido de que el reparto de recursos entre el Estado y las autonomías es un tema tan «abstracto» que no interesa a la gente «ni siquiera en Cataluña». Y quitó hierro a la amenaza del PSC sobre un cambio en sus relaciones con el PSOE.
Actualizado: GuardarEl presidente del Gobierno, en conversación informal, achacó la actitud del PSC a las exigencias de sus socios de tripartito, ERC e ICV. Pero dejó claro que no le preocupa el desgaste electoral y dio a entender que el primer perjudicado de una ruptura sería el propio PSC. En este sentido, recordó que en las últimas elecciones generales, a pesar de que formaciones como el Esquerra o CiU le acusaban de «incumplimientos» con Cataluña, el PSOE mejoró su resultado mientras los republicanos sufrieron un descalabro.
Zapatero insistió en que intentar correr con el «calendario» carece de sentido porque, una vez haya un acuerdo firme, cuando se logre, será de cumplimiento a partir del 1 de enero de 2009 y por lo tanto «nadie va a perder nada».