Un momento del partido en el que ambos equipos luchan por el balón. /Afp
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El Sevilla juega con fuego y se quema

Los hispalenses han sucumbido ante la Sampdoria en un mal partido que les ha apeado de la competición de manera prematura

GÉNOVA Actualizado: Guardar
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El Sevilla tenía todo a su favor para clasificarse. Calidad, juego, prestigio… pero le ha faltado la actitud. Sus jugadores han saltado con la idea de empatar y han perdido. La derrota en Génova unida a la victoria del Sttutgart les ha costado la eliminación. La Sampdoria llevaba 11 partidos europeos sin perder en casa y gracias a la desidia hispalense ha podido prorrogar la fantástica racha.

El equipo español sabía que un punto le valía, por lo que no entraba en sus planes arriesgar. La Sampdoria necesitaba la victoria, pero como buen equipo italiano ha acumulado muchos hombres detrás del balón y ha confiado su suerte a una genialidad de Cassano o a la caprichosa fortuna tan propia de los transalpinos. Con estos ingredientes el juego que se ha visto en la primera parte ha distado mucho de entretener a los espectadores.

El Sevilla ha intentado superar la presión local a través del juego por bandas, y Navas ha estado muy participativo en los primeros minutos. También Adriano por la izquierda retaba al hastío general que reinaba sobre el césped. Pero tanta lentitud ha contagiado a los hispalenses que han terminado desistiendo del balón y se lo han regalado al adversario. Según transcurría el partido la Sampdoria se acercaba al meta de Palop. El guardameta valenciano ha tenido que atajar un peligroso disparo de Pieri desde fuera del área. Luis Fabiano ha respondido con la única gran oportunidad de los sevillistas, un cabezazo que el meta italiano ha despejado a córner.

Poco más ofrecieron ambos conjuntos en la primera mitad. Ni siquiera han dado trabajo al árbitro inglés que no ha sacado ni una cartulina amarilla en la primera parte.

Llega el gol

El conjunto de Manolo Jiménez ha salido con nuevos bríos de los vestuarios. Enseguida el portero Castellazzi ha tenido que esforzarse al máximo para despejar un buen tiro de Navas. Los de Nervión han impuesto su calidad al meter una marcha más al encuentro que los locales no podían seguir. Ha sido un espejismo. A la Sampdoria no le preocupaba ser dominada y bha buscado en el contraataque el gol. De esta forma Sammarco ha podido marcar, pero un Palop inconmensurable ha evitado el tanto.

Desde ese instante ha cambiado el partido. Los genoveses se lanzaron al ataque, y con jugadas poco elaboradas pero efectivas provocaron el pánico en la zaga española. El Sevilla ha desaparecido del terreno de juego. En una falta lateral, Bottinelli ha rematado sólo en el segundo palo dentro del área pequeña y ha batido a Palop. Las prisas y los nervios se han apoderado del conjunto español, y así es muy difícil crear ocasiones de gol. Capel ha podido marcar pero erró el tiro. Esta vez sí se ha cumplido el tópico: quien juega con fuego se quema, y el Sevilla se ha quemado.