Grandes partidas de pescados. / M. G.
Ciudadanos

«Quien aguanta hasta el final, sabe que pagará de más»

Barato y bueno son términos incompatibles al entender de los pescaderos. «Sin embargo, los tiempos han cambiado y lo que ayer era un capricho de Navidad, hoy en día lo consumimos durante todo el año», declara Pepi Alfaro, detallista del Mercado Central. Ella espera que la gente no se amilane en estos días de ventas fuertes. Aunque algunos precios ahuyenten.

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Otro encargado de la marisquería recibe una llamada telefónica a primera hora de la mañana. Al colgar, anuncia que es uno de los proveedores, que le insta a subir el precio del buey de mar. Entraba dentro de sus previsiones. ¿Cuánto se encarecerá el kilo entonces? El pescadero contabiliza unos dos euros de más por mil gramos de productos a partir de mañana. «Quien aguanta hasta el último momento para comprar, ya sabe que hay que pagar de más», sentencia el detallista, que ha visto mermado los encargos navideños «en un 50 %». En Alfaro, afirman que «la subida se debe a una mayor demanda» y a otros aspectos, como las aguas de procedencia de las piezas. Pero estos comerciantes no dejan lastrarse por el pesimismo, que en puestos vecinos, como el de Francisca Bernal, «viene con más dureza y frialdad que el hielo».