Tipos al mínimo
Actualizado:El histórico recorte de los tipos de interés en al menos tres cuartos de punto que decidió ayer la Reserva Federal de EE UU, dejándolos en un nivel sin precedentes con un margen entre el 0 y el 0´25%, certifica el deterioro de la economía estadounidense y el limitado impacto de las excepcionales medidas adoptadas hasta ahora para quebrar la espiral negativa de sus principales indicadores. La nueva revisión a la baja del precio del dinero, que ha superado las previsiones de todos los analistas, se dirige a intentar desesperadamente que el mercado crediticio se reactive estimulando la maltrecha actividad económica, a fin de esquivar una recesión que ya esta ofreciendo síntomas preocupantes. La última alarma la ha dado el índice de precios al consumo, que disminuyó el mes de noviembre hasta el 1,7 %, registrando su mayor retroceso desde 1947 y situando la inflación en un proceso de fuerte desaceleración cuyos efectos podrían ser aún más perniciosos que los que ya viene padeciendo el tejido comercial y laboral de la primera economía del planeta. La aplicación de una política monetaria laxa hasta sus últimos extremos, a través de la fórmula de no establecer un único tipo de interés sino dejando un abanico de un cuarto de punto, se ajustaría sobre el papel a una coyuntura de franco deterioro de la situación general a la que se suma el incremento del desempleo, la crisis de la industria de automoción y un retroceso del PIB en el último trimestre; factores todos ellos que configuran un peligroso frenazo de la economía productiva. Pero las autoridades monetarias se han quedado ahora sin margen de maniobra para afrontar una coyuntura que sólo parece previsible en su empeoramiento. De ahí que sólo un efecto positivo de la bajada de precios y de los tipos sobre el consumo, animando el mercado, podría ayudar a neutralizar la amenaza de la recesión y el riesgo nuevo e inquietante de la deflación.