Agentes de la Guardia Civil trasladan en San Sebastián a uno de los cuatro detenidos ayer. / Efe
lucha antiterrorista

El comando de ETA desarticulado en Guipúzcoa siguió a dos guardia civiles cuando llevaban a sus hijos al colegio

Los cuatro detenidos recababan información para el ex jefe político de la banda 'Thierry'

MADRID Actualizado: Guardar
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El ministro del Interior, Alfredo Pérez Rubalcaba, ha revelado que el comando de información desarticulado por la Guardia Civil en la madrugada de ayer en Guipúzcoa había hecho seguimientos a dos agentes del Instituto Armado cuando acompañaban a sus hijos al colegio. De hecho, una de las detenidas trabajaba en la guardería a la que cada día llevaba su hijo uno de los agentes.

De esta forma se ha pronunciado el ministro del Interior al ser preguntado sobre los posibles objetivos de este comando que se dedicaba a recoger información motu proprio o por orden de quienes "mandan o mandaban en ETA ".

El titular de Interior ha explicado que los detenidos hacían información por propia iniciativa sobre objetivos de la banda y la trasladaban a los ordenadores de quienes dirigen la organización terrorista. En concreto, según Interior, los cuatro presuntos etarras detenidos ayer en Guipúzcoa habían hecho llegar al ex jefe político de la banda Javier López Peña, alias 'Thierry', detenido en Francia en mayo pasado, informaciones sobre "potenciales objetivos" de ETA.

Además, recibían encargos de esta dirección para elaborar determinadas informaciones. Prueba de la catadura moral de los arrestados, según Rubalcaba, es que habían seguido a dos guardias civiles en Guipúzcoa cuando llevaban a sus hijos al colegio, información que trasladaron al ordenador central de López Peña.

Siete meses de trabajo

La desencriptación del ordenador portátil en poder de 'Thierry', ha ampliado la información sobre los objetivos que manejaba la cúpula de la banda en el momento de la detención de su ex 'número uno', encontrándose entre los mismos datos sobre varios agentes de la Ertzaintza y un policía nacional que trabaja en Vizcaya.

Estos posibles objetivos se unen a otros que ya habían trascendido: dos políticos del PP en la provincia de Alava, otro en Vizcaya y una cuarta persona que llegó a ocupar un puesto en una lista del PP a un Ayuntamiento de Guipúzcoa.

Han tenido que pasar casi siete meses para que los expertos antiterroristas pudieran 'abrir' el ordenador y encontrar la información que guardaba el ex número de ETA .