El desinterés del miedo
La sociedad española se muestra incrédula con respecto a la voluntad de ETA de poner fin a los actos violentos y no cree que su entorno político estudie aceptar las reglas de juego democráticas. En otros momentos de nuestra joven democracia la cronificación del fanatismo asustaba muchísimo a la gente de la calle y a los dirigentes políticos, haciéndoles calcular si no valdría la pena acercarse e intentar interiorizar en lo posible la semántica de ETA. En mi opinión, ese tipo de intento siempre derivó en enredos políticos poco coherentes con la lógica simple y precisa de las reglas de juego democráticas y en aberraciones semánticas. Y en insensibilidad para los inocentes y los perseguidos.
Actualizado: GuardarEn la V Encuesta sobre Los españoles ante el terrorismo y sus víctimas, los ciudadanos perciben que ETA está más débil, del mismo modo que desean, de forma abrumadora, la unidad práctica de los dos grandes partidos políticos. Y la ven más probable que hace un año. Que hace dos años. La mayoría social considera además acertada la ilegalización de ANV y PCTV, a excepción de la mitad de los votantes de IU y del 41% de partidos nacionalistas. En esos dos datos se encierra el fondo simbólico de los pactos que han posibilitado alcaldías vascas o navarras en manos de ANV. Municipios liderados por los que no tienen ninguna intención de jugar limpio, de dejar de tener las pupilas y los oídos inútiles ante los asesinatos de inocentes, ante la persecución de inocentes. Los encuestados tienen la percepción de que la sociedad española apoya mayoritariamente a las víctimas del terrorismo, pero también mayoritariamente considera que la sociedad vasca no lo hace de manera suficiente. Es algo complicado de asumir por los que sufren y conocen el miedo que provoca ETA.
El miedo que provoca desinterés y que invita a encogerse literalmente de hombros. La encuesta realizada por el equipo del Euskobarómetro y presentada por el colectivo de víctimas del País Vasco y por la Fundación para la Libertad es, es en realidad, un regalo constructivo para toda la sociedad española, pero sobre todo para la vasca y la navarra, donde anida el huevo de la serpiente... Y el hacha.