![](/cadiz/prensa/noticias/200812/16/fotos/024D2CA-ESP-P1_1.jpg)
Gobierno y PP fijan una 'hoja de ruta' para dar solidez al pacto antiterrorista
El texto concluye que «no hay vías políticas» a disposición de ETA Rajoy defiende al Ejecutivo frente a las críticas de Aguirre
Actualizado: GuardarLa unidad antiterrorista entre Gobierno y oposición es más firme de lo que parece. Los interlocutores del PP y del Ejecutivo siguen a rajatabla una hoja de ruta pactada y que sirvió de base para el acuerdo alcanzado por José Luis Rodríguez Zapatero y Mariano Rajoy el pasado mes de julio.
Los contenidos están recogidos en un documento escrito que guardan las dos formaciones y que los líderes del Gobierno y del partido opositor respaldaron tras su encuentro en La Moncloa, según fuentes de ambas partes. Para los populares, el texto es una guía de actuación vinculante, interpretación que suscribe un portavoz del Ejecutivo que matiza que el escrito «no está firmado ni rubricado».
Es el informe que elaboraron el ministro del Interior, Alfredo Pérez Rubalcaba, y el secretario de Justicia e Interior del PP, Federico Trillo, para la reunión de Rodríguez Zapatero y Rajoy el 23 de julio.
El partido opositor le concede la máxima trascendencia al documento y declara que las dos partes están comprometidas a seguir su espíritu y su letra. Por su parte, la fuente del Ejecutivo citada explica que «no tiene la formalidad de un pacto escrito», pero «recoge lo que dijeron» el presidente y el líder del PP al recuperar la unidad frente al terrorismo.
Ambas partes coinciden en que el primero de los apartados, referido a la «estrategia conjunta contra ETA», se cumple con el máximo rigor. Este punto obliga al Gobierno a compartir la información de que dispone sobre la banda.
«Se está informando como nunca», afirma un portavoz de Interior. El partido opositor corrobora esta impresión. «Estamos satisfechos», según una fuente del PP que destaca el elevado nivel de eficacia de las fuerzas de Seguridad.
Buena prueba de que la interlocución funciona es el hecho de que el PP declara que ha sido informado «al minuto» de las importantes operaciones que han realizado las fuerzas de Seguridad en territorio francés en las últimas semanas. Y no sólo a través de Interior, porque Trillo mantiene una buena relación con la ministra francesa Michèlle Alliot-Marie, con la que coincidió cuando ambos eran titulares de las carteras de Defensa en sus respectivos gobiernos.
Los dirigentes del PP también compartieron los planes del Ejecutivo para dispersar a presos etarras, aunque se quejan de haber conocido con retraso el nombre de los diez acercados a las cárceles de Villabona (Asturias) y Zuera (Aragón). «Se trata de romper el frente penitenciario separando a los 'duros' de los que ya se han declarado partidarios de abandonar la violencia», explicaron los artífices de la operación. La oposición suscribe el uso de la política penitenciaria para facilitar focos de disidencia entre los reclusos etarras y recluir a los más recalcitrantes en el Puerto de Santa María (Cádiz).
La comunicación entre Gobierno y oposición es de doble sentido. Rajoy previno a Rodríguez Zapatero de que daría la batalla por la suspensión de los ayuntamientos gobernados por ANV en el vuelo que compartieron camino de Bilbao para asistir a la capilla ardiente del empresario vasco Ignacio Uria, asesinado por ETA. También ese viaje fue preparado conjuntamente a pesar de las reticencias que, en un principio, encontró en la sede de la calle Génova la invitación del Gobierno.
Margen para el debate
El PP se guarda un margen para el debate y separa la disputa política y preelectoral de su respaldo sin fisuras al Gobierno en la lucha contra ETA. «El documento en el que se basa el acuerdo dice, textualmente, que 'no hay vías políticas para ETA' y que se perseguirá a la banda con todos los instrumentos del Estado de Derecho», señala una fuente de la dirección popular para demostrar que el pacto es por la derrota de la banda y no hay margen para la ambigüedad.
Rajoy se hizo eco de este compromiso en la rueda de prensa posterior a la reunión del Comité Ejecutivo del PP ayer en Pamplona. «Tuvimos serias discrepancias en la legislatura anterior», pero «en esta legislatura el Gobierno ha rectificado en puntos muy importantes, y eso hay que decirlo». Salió así al paso de las afirmaciones de Esperanza Aguirre, que acusó a los socialistas de preparar una nueva negociación con ETA después de las elecciones vascas. La presidenta de Madrid recoge el sentir del ala crítica del PP, que desconfía del Ejecutivo socialista y exige una oposición más dura de su partido también en materia de lucha contra ETA.
Por el contrario, Rajoy defendió con insistencia la complicidad con el Gobierno en este terreno. «En la lucha contra el terrorismo, el acuerdo es fundamental», afirmó, y puso en valor la decisión de Rodríguez Zapatero de negarse a negociar con ETA, de propiciar la ilegalización de ANV y el PCTV (otro de los compromiso incluidos en el documento pactado) y de haber puesto a «la altura de las circunstancias» la actuación de las fuerzas de Seguridad.
«Son pasos en la buena dirección», apuntó Rajoy en abierta contradicción con la desconfianza expresada por Aguirre. No obstante, el líder del PP insistió en mantener la máxima exigencia en este camino hacia la derrota definitiva de ETA y explicó que su voluntad es lograr que «la rectificación (gubernamental) sea completa» con la disolución de los ayuntamientos gobernados por ANV.