El director del FMI, Dominique Strauss-Kahn, y Solbes. / REUTERS
Economia

El director del FMI alerta de una posible recesión mundial

El organismo internacional no percibe signos de recuperación antes de 2010

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Convocados para celebrar los 50 años de relaciones de España con el Fondo Monetario Internacional y el Banco Mundial, autoridades económicas y monetarias y un pequeño grupo de dirigentes empresariales españoles recibieron el muy pesimista mensaje del director gerente del Fondo Monetario Internacional como un jarro de agua fría.

Dominique Strauss-Kahn, advirtió ayer en Madrid que «las posibilidades de una recesión global» están ahí, y anunció que no habrá reactivación económica antes de finales de 2009 o el arranque de 2010. El próximo enero la institución presentará sus previsiones, que una vez más corregirá a la baja. «El año 2009 será muy difícil y las perspectivas siguen empeorando», declaró.

El crecimiento reducido de las economías de los países emergentes, entre ellos China, no compensará la recesión de los países desarrollados, justificó. Strauss-Kahn consideró que el gigante asiático podría reducir su ritmo de crecimiento a un 5 ó 6%, frente a las anteriores previsiones del FMI publicadas en noviembre, que proyectaban un 9,7% en 2008 y 8,5% en 2009. El 6 de noviembre, el organismo pronosticó en su informe que los países más desarrollados sufrirán una recesión del 0,3% en 2009, lo que arrastrará a la baja el crecimiento mundial, que apenas llegará al 2,2%.

Más estímulos fiscales

El director del FMI abogó durante su intervención en Madrid por una política global de paquetes de estímulos fiscales equivalentes al 2% del PIB mundial, unos 1,2 billones de dólares, para contribuir a la reactivación económica. «Nos enfrentamos a una reducción sin precedentes de la producción» y la incertidumbre reinante «limita la eficacia de algunas medidas fiscales» de reactivación económica, afirmó. Strauss-Kahn concretó que los incentivos debieran aplicarse sobre todo en el sector financiero, la vivienda y los hogares de ingresos más bajos. «Los Gobiernos deben agilizar la aplicación de las medidas», urgió.

Instó además a los países miembros a aumentar su contribución al FMI, animando a los países con importantes reservas a seguir el ejemplo de Japón, que la semana pasada anunció un préstamo cercano a los 100.000 millones de dólares.