DIFÍCIL. Baby tiene la misión de salvar al equipo. / LA VOZ
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La Balona cree que la permanencia se esconde en casa

La clave para lograr la permanencia está en casa. Once partidos como locales que se traducen en 33 puntos, la cifra necesaria para certificar la salvación. la Real Balompédica Linense debe convertir el estadio Municipal en el fortín que tan buenos resultados le brindó la temporada pasada para lograr el ascenso.

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Y es que, además, la mayoría de los rivales que deben visitar el coliseo linense en lo que resta de competición son rivales directos en la lucha por evitar el descenso, por lo que las victorias en La Línea se hacen doblemente importantes.

Así, aún deben rendir visita a los albinegros equipos como Écija, Roquetas, Portuense, San Fernando, Linares, Granada y Marbella, encuentros en los que los pupilos de Gabriel Navarro Baby no pueden fallar para que los números sigan cuadrando. Y es que los albinegros, eso sí, se han quedado ya sin margen de error, por lo que cualquier traspié podría ser irrecuperable.

El resto de visitantes del Municipal son mucho más incómodos, aunque si los linenses quieren seguir con sus esperanzas de salvación intactas también deberán hacerles frente con toda su artillería para que no vuelen más puntos del Municipal.

Para muestra un botón. El primer escollo a superar será el del actual líder de la categoría, un Cádiz que está demostrando su manifiesta en la competición y que este domingo pondrá a prueba a la nueva Balona, esa que respaladada por su afición es capaz de desarbolar a cualquiera.

Un choque de máxima tensión por lo que ambos equipos ponen en juego que acaparará la atención de la próxima jornada.

Además de los gaditanos también deben rendir aún visita a La Línea el Real Jaén, Puertollano y Betis B, otros tres equipos que están luchando por una de las plazas que da derecho a la disputa de la fase de ascenso a Segunda División A.

Lo peor de la historia es que después del Cádiz visitará el Municipal el Real Jaén. Dos pruebas de fuego que pueden servir como punto de inflexión para el resurgir albinegro o, por el contrario, dejar a los linenses hundidos en la última posición y con una ventaja insalvable con la zona de salvación.