La Balona cambia la dinámica ante el Betis B pero el desenlace es el mismo

La Balona dejó escapar ayer tres puntos de oro en su lucha por la salvación ante un Betis al que logró anular en todas sus líneas, sobre todo en una segunda parte para enmarcar de los linenses en cuanto a juego, pero no en la definición.

Los albinegros demostraron que han cambiado su dinámica. Eso sí. Ya no son ese equipo mentalmente frágil que se venía abajo a las primeras de cambio apenas el rival comenzaba a empujar. Los goles en contra tampoco son un lastre y los jugadores luchan hasta la extenuación desde el primer al último minuto. Si a ello sumamos que la apuesta por un fútbol creativo y de toque es total desde el banquillo, sería de tontos tirar la toalla con toda una segunda vuelta por delante.

Por muy importante que sea la distancia con los puestos de salvación (ocho puntos con la promoción y nueve con la permanencia) esta Balona sigue dejando hechuras de equipo aspirante. Además, el de ayer era uno de esos partidos que a priori se podía perder, aunque después de verlo quede esa amargura por dentro que indica que se perdió una gran oportunidad de dar un golpe sobre la mesa y avisar al resto del grupo de que la Balona sigue viva. Muy viva, a tenor de lo de ayer.

Y es que ni el empate habría hecho justicia con lo visto sobre el terreno de juego, ya que aunque la dinámica esté cambiando, la definición continúa adormecida. No se puede fallar tanto ante la meta rival y, sobre todo, hay que tratar de resolver las jugadas mucho antes. Y es que esto del fútbol es muchas veces más fácil de lo que nos empeñamos en complicarlo.