
«La provincia no es sólo una zona de paso, también es lugar de destino»
Desde hace 17 años, la asociación Ceain trabaja por la integración de los inmigrantes en la sociedad gaditana. La crisis y nuevas noticias de brotes de xenofobia en el país, sitúan a este colectivo de nuevo en el punto de mira.
Actualizado: Guardar-¿De qué manera afecta la crisis al colectivo inmigrante?
-Antes de que lo reconociera Solbes, aquí nosotros estábamos viendo la crisis. Porque los inmigrantes son los primeros en notarla. Sobre todo porque carecen de la red social o de apoyo con que cuentan otros españoles. Lo que no estoy convencido es de que vaya a retornar mucha gente a sus países de origen, como prevé el Gobierno. Los últimos que están interesados en irse son ellos, porque la vuelta supondría una situación aún peor que la actual.
-¿Considera beneficiosa la nueva ley de extranjería prevista?
-La ley sitúa a estas personas en un estatus de infraciudadanía. Con todas las obligaciones, pero derechos restringidos. Ahora se pretende además reducir el derecho a la reagrupación familiar sólo a los hijos y los cónyuges y no a los padres, lo cual es una barbaridad.
-¿En qué falla la política de inmigración?
-Peca de concebir el fenómeno de la inmigración con la óptica laboral. Si de algún ministerio debería depender la inmigración es del Ministerio de Igualdad y no del Trabajo.
-¿Es Cádiz una provincia con poca población inmigrante?
-Nos situamos en un término medio, no somos el desierto migratorio del interior de España, ni concentramos la población del poniente almeriense o ciudades como Madrid. Ya no es sólo una zona de paso, desde hace tiempo se ha convertido también en una zona de asentamiento. Hay gente que no le cabe en la cabeza que siendo la provincia con mayor número de parados seamos punto de destino de la inmigración. Pero así es de contradictoria la economía en que nos movemos.