Comprometidos con la integración
El colectivo de inmigrantes representa el 3% de la población de la provincia, con más de 42.600 personas censadas; muchos acuden a ONGs como Ceain
Actualizado: GuardarCada mes, la noticia se repite: una patera llega a las playas de la provincia de Cádiz con decenas de personas sin papeles a bordo, que cruzan el Estrecho jugándose la vida por un futuro mejor. Cuando tocan tierra, no tienen vivienda, trabajo, no conocen el idioma y ni siquiera tienen dinero. Les queda su experiencia y la capacidad de supervivencia. ¿Dónde acudir?, ¿cómo encontrar trabajo? o, sencillamente, ¿dónde vivir? se convierten en las primeras preguntas, que suelen encontrar respuesta en el movimiento asociativo de la provincia.
Diversas ONGs gaditanas realizan desde hace años una labor de integración, que complementa en gran medida los servicios sociales de las administraciones. Una de las más veteranas es Ceain, que nació hace 17 años con los primeros aluviones de pateras en el Estrecho. La organización, que se integra dentro de la federación Andalucía Acoge, se ha convertido de hecho en la primera boya a la que se agarran muchos al tocar tierra. Cada año, los voluntarios de la asociación atienden a más de 3.600 personas. Para la mitad de ellos, Ceain es su primer contacto con un servicio de información y orientación.
El boca a boca sigue siendo la principal vía que lleva a los inmigrantes a la sede que la asociación tiene en Jerez. En la mayoría de los casos buscan una primera acogida, que suelen gestionar con otras entidades que sí cuentan con pisos tutelados. También tienen contacto directo con las administraciones públicas. Aunque, la principal labor de esta organización se basa en la asistencia social integral: asesorar cómo inscribir a los menores en un colegio a mitad de curso, gestionar la obtención de documentación e incluso ofrecer ayuda psicológica. Aunque gran parte de las solicitudes de ayuda se enfocan por la vía laboral, un aspecto que sigue siendo «uno de los principales problemas» de este colectivo, recuerda Regina Baptista, mediadora social de Ceain hace tres años.
En primera persona
Regina recuerda que cuando llegó a España desde Brasil hace ocho años con su familia su mayor obstáculo no fue desconocer el idioma, ya que su marido es español, sino «la discriminación que existe aún hacia los inmigrantes con o sin papeles». Ese rechazo, que se traducía en la falta de oportunidades laborales, la llevó a crear una empresa de reciclaje, con ayuda y asesoramiento de Ceain. Desde hace tres años trabaja como mediadora cultural en el área socioeducativa de la organización en la sede de Cádiz capital, donde organizan actividades, no sólo para inmigrantes, sino también para asociaciones de vecinos y colegios con un mensaje de integración. «Me sorprendió que en España la inmigración fuese un problema. Como yo era parte de él, decidí implicarme».
Cada vez más numerosos
«Quien pensara que era algo coyuntural, se ha equivocado», afirma Francisco Morales, director de la asociación, que ha visto cómo el fenómeno de la llegada de extranjeros se ha multiplicado en los últimos años. También en la provincia de Cádiz: «Los inmigrantes ya forman parte de nuestra sociedad y son un motor importante de ella».
Morales reivindica otra mirada para este colectivo: «Es preciso que los veamos como las personas emprendedoras que son, sin las cuales la sociedad no sería como es ahora». En la provincia, el 3% de la población es inmigrante o lo que es lo mismo: 42.600 personas procedentes de otros países, generalmente en vías de desarrollo. La mayor parte no es africana, como cabría esperar en una provincia fronteriza como ésta. «Si existiese un perfil del inmigrante en Cádiz, sería mujer y de origen sudamericano, sobre todo boliviano».
mgarcia@lavozdigital.es Desde hace 17 años, la asociación Ceain trabaja por la integración de los inmigrantes en la sociedad gaditana. La crisis y nuevas noticias de brotes de xenofobia en el país, sitúan a este colectivo de nuevo en el punto de mira.
-¿De qué manera afecta la crisis al colectivo inmigrante?
-Antes de que lo reconociera Solbes, aquí nosotros estábamos viendo la crisis. Porque los inmigrantes son los primeros en notarla. Sobre todo porque carecen de la red social o de apoyo con que cuentan otros españoles. Lo que no estoy convencido es de que vaya a retornar mucha gente a sus países de origen, como prevé el Gobierno. Los últimos que están interesados en irse son ellos, porque la vuelta supondría una situación aún peor que la actual.
-¿Considera beneficiosa la nueva ley de extranjería prevista?
-La ley sitúa a estas personas en un estatus de infraciudadanía. Con todas las obligaciones, pero derechos restringidos. Ahora se pretende además reducir el derecho a la reagrupación familiar sólo a los hijos y los cónyuges y no a los padres, lo cual es una barbaridad.
-¿En qué falla la política de inmigración?
-Peca de concebir el fenómeno de la inmigración con la óptica laboral. Si de algún ministerio debería depender la inmigración es del Ministerio de Igualdad y no del Trabajo.
-¿Es Cádiz una provincia con poca población inmigrante?
-Nos situamos en un término medio, no somos el desierto migratorio del interior de España, ni concentramos la población del poniente almeriense o ciudades como Madrid. Ya no es sólo una zona de paso, desde hace tiempo se ha convertido también en una zona de asentamiento. Hay gente que no le cabe en la cabeza que siendo la provincia con mayor número de parados seamos punto de destino de la inmigración. Pero así es de contradictoria la economía en que nos movemos.