Compromiso medioambiental
Actualizado:La coincidencia del histórico acuerdo para luchar contra el cambio climático adoptado por los líderes europeos en Bruselas con los notables avances conseguidos por la comunidad internacional en la Convención sobre el Cambio Climático en Poznan (Polonia) marca un punto de inflexión en la concertación de esfuerzos y la determinación internacional de responder a los efectos del calentamiento del planeta. El progreso en la toma de conciencia de la gran mayoría de los países ante los gravísimos riesgos de las emisiones de gases de efecto invernadero ha logrado poner las bases de un acuerdo que debería desembocar en un nuevo compromiso para diciembre del próximo año en Copenhague tomando el relevo al Protocolo de Kioto que expira en 2012. Y aunque las reservas mantenidas por Estados Unidos y la administración Bush, proyectan algunas sombras sobre la esperanza de lograr la alianza medioambiental a escala universal, la inminente llegada de Barack Obama a la Casa Blanca permite albergar mejores expectativas para la indispensable implicación estadounidense en el calendario y el contenido aprobado en Poznan. Pero en compensación a las reticencias del otro lado del Atlántico, los líderes europeos reunidos durante dos días de cumbre en Bruselas ofrecieron, impulsados por la presidencia francesa, un ejemplo de compromiso tasado en el calendario y en un importante paquete de medidas que le sitúan como vanguardia mundial en la lucha medioambiental.
Sin embargo el pacto para reducir antes de 2020 el 20% de las emisiones más contaminantes, ha debido ceder en sus objetivos más ambiciosos abriendo un amplio capítulo de exenciones al pago por las emisiones hasta el punto que las organizaciones medioambientales han devaluado el acuerdo. También los países emergentes y menos desarrollados han alzado la voz en la Cumbre de Poznan por las limitaciones en la ayuda de los países industrializados para facilitar su incorporación a tecnologías menos contaminantes. Pero el conjunto de los acuerdos, el establecimiento de un calendario y unos contenidos de alto compromiso contra el efecto invernadero aceptados por los delegados de los 192 países miembros de la Convención Marco sobre el Cambio Climático, permiten confiar en que se han puesto las bases de un prometedor tratado internacional que afronte sin vacilaciones las emisiones causantes del efecto invernadero.