Las hermandades afrontan estos días su actividad caritativa con renovada originalidad y su habitual capacidad de respuesta
Anoche había de sonar la zambomba, en Benavente Bajo, a verdadero reclamo caritativo. La Viga pedía a cuantos acudieran un kilo de alimento, y no precisamente de pestiños para la fiesta. Por cada paquete de alimentos no perecederos la Hermandad de la Catedral se imponía la aportación de otro. La cantidad sumada finalmente sería llevada a la alacena de la Cáritas parroquial. Lástima que hubiera de suspenderse por mal tiempo.
Actualizado:Hasta los empeñados en procurar la deslocalización de esta ayuda tan enmarcada clásicamente en este tiempo de diciembre, con el saludable fin de que los esfuerzos se repartan durante el año, fracasan ante la evidencia: la Navidad no sólo invita de modo natural a la caridad con el prójimo sino que parece, a juzgar por ciertas fórmulas observadas especialmente este año, que agudiza el ingenio de los convocantes. A los ejemplos nos remitimos.
Al menos entre los de origen cofrade, que este año, amén de la iniciativa mencionada y abortada a última hora por la inestabilidad meteorológica, venden participaciones para el sorteo del misterio napolitano del nacimiento que inauguró esta semana la Unión de Hermandades o dulces de las monjas, como los cofrades del Nazareno hasta hace unos días, o se especializan en la recogida de juguetes, como el Huerto.
La acción más pretenciosa, sin duda, es la que afronta la Unión de Hermandades que, el lunes 5 de enero tras desmontar su nacimiento, sorteará el misterio que lo preside. Es un precioso conjunto napolitano que el presidente del Consejo Local de Hermandades, Manuel Muñoz Natera, valoraba en 2.000 euros en la presentación de la iniciativa.
Esa calidad del grupo sometido a los cuatro últimos números del sorteo de la Once de ese día, es la que los animó a elevar a 10.000 el número de papeletas que, entre todas las cofradías, se venden en la Participación fraternal de caridad. A dos euros y medio cada una sumarán, si se vende todo, 25.000 euros para el Comedor del Salvador.
La mayor visibilización de esta singular campaña llegará el sábado día 3 de enero, un par de días antes del sorteo, por medio de mesas atendidas por miembros del Consejo y diputados de caridad de las cofradías. Serán ubicadas ante las iglesias de Santo Domingo, La Victoria y San Francisco así como en plena plaza del Arenal.
El Nazareno, por su parte, conseguía, en el puente de la Inmaculada, vender en el patio de Letrán 660 cajas de dulces de los conventos de Madre de Dios, Barja y Santa María de Gracia. Por ello clarisas y agustinas vieron unos ingresos de 3.000 euros que a ellas les vendrá bien y a los cofrades -que añadían un pequeño margen- para su campaña navideña.
La Defensión ha convocado una zambomba benéfica que, el próximo sábado desde las 13,30 horas, tendrá lugar en el bar A lo nuestro. Las Cinco Llagas, de su lado, recibe, en su sede, alimentos no perecederos, juguetes y dinero durante la semana que comienza mañana. Loreto hizo, esta semana, la entrega anual de su aportación a la Cáritas parroquial de San Pedro.
La Clemencia realizó ayer su recogida de alimentos en San Benito. La Soledad, por su parte, los recogía en su sede durante noviembre y diciembre. Y la Piedad lo hará, en la Capilla del Calvario, hasta el próximo viernes en horario de 20,00 a 22,00 horas.