Okupas en el sofá
Cada vez que se publican los resultados de una investigación sobre los jóvenes, la sociedad da un respingo. Los titulares de prensa suelen depararnos sorpresas acerca de nuestra particular visión de la juventud, muy influida por los desconocidos que se tumban en el sofá del salón cada noche a ver la TV y de los que sólo sabemos lo poco que nos cuentan.
Actualizado: GuardarLa nueva entrega del Informe Juventud en España 2008 dibuja tendencias novedosas e inesperadas sobre los resultados de 2004. Los creíamos resignados ante la carestía inmobiliaria al dulce refugio del hogar maternal, incapaces de afrontar la emancipación en su condición de trabajadores eventuales y mileuristas. Pero los datos muestran que ahora se emancipan más y antes, a pesar de la crisis. En 2000 vivían con sus padres el 60% de los varones y el 45% de las mujeres entre 25 y 29 años y en 2008 sólo el 43 y el 32% respectivamente.
Estos chicos vienen pegando fuerte: cada vez se van antes de casa, sobre todo ellas, tienen las primeras relaciones sexuales a una edad más temprana (17 años), inician más pronto la convivencia en pareja (21,6 años), y disminuye la edad con la que tienen el primer hijo. Son más desinhibidos e igualitarios y, al parecer, maduros (aunque inseguros), porque las grandes decisiones vitales se adelantan, rompiendo con una tendencia que nos alejaba de Europa: la de los cariñosos hijos ocupas, consecuencia de nuestro deficiente Estado del Bienestar.
Ellas son sin duda las más rompedoras: las mujeres entre 20 y 26 años marcan tendencia. Vienen con fuerza, se han preparado más y mejor que las cohortes anteriores y han superado a sus compañeros varones en los estudios y formación profesional. La feminización del mercado de trabajo avanza imparable. Sin embargo, el mercado laboral las discrimina con alevosía: ganan un 30% menos que ellos (que ya gana poco, unos 1.076 euros de media). Sin embargo, contra lo que intuíamos, aumentan los contratos indefinidos, encuentran trabajo antes y están menos tiempo en paro, aunque dentro de las coordenadas de precarización y flexibilización general del empleo en Europa.
Las líneas de sombra de la juventud española es que aumentan los embarazos no deseados y los abortos, sobre todo entre las jóvenes inmigrantes. Que uno de cada tres está a favor de la pena de muerte y uno de cada seis contra los matrimonios entre homosexuales. Los que no han leído un libro en un año han pasado del 31 al 40%, hacen menos deporte y ven más TV, Internet y videoconsolas.
También el que aumenta la desconfianza frente a la política convencional, y aunque son solidarios (a favor del 0,7% y las ONG), muchos creen que la causa de la exclusión social es inevitable y consecuencia de la pereza (41%). No debe extrañarnos nada que el desinterés total por la política haya aumentado 13 puntos y que se consolide la desconfianza en las Instituciones, a la par que aumenta la confianza en la sociedad civil como principal actor político y en las prácticas más novedosas y menos convencionales.
El informe constata que su hiperconsumo, es un importantísimo mecanismo de comunicación e integración social y que funciona como un refugio simbólico frente a la inseguridad creciente.
En definitiva, son las luces y las sombras de una juventud desconocida que está empezando a coger la puerta.