OPTIMISTA. Zapatero, tras la cumbre europea de Bruselas. / EFE
ESPAÑA

Zapatero: «Estamos en el buen camino para acortar el final de ETA»

Espera que el PP no vuelva a usar el terrorismo para hacer oposición El Gobierno irá contra ANV «cuando la ley permita actuar»

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José Luis Rodríguez Zapatero, tras varios meses de cautela, recuperó su discurso más optimista y anunció que «estamos en muy buen camino para reducir la capacidad de ETA y acortar los plazos para el final de la violencia». El presidente del Gobierno explicó que esta situación es fruto de «una estrategia» que consiste en capturar a los dirigentes y comandos terroristas, y asfixiar a sus vicarios políticos.

Esta operación, precisó, requiere «la máxima colaboración» del PP, una cooperación que quedará en entredicho si se empecina en recuperar el mensaje de la pasada legislatura y utilizar la lucha antiterrorista como elemento de confrontación, como ocurre, a su juicio, con la presión que ejerce sobre el Gobierno para que disuelva los ayuntamientos gobernados por Acción Nacionalista Vasca (ANV) en el País Vasco y Navarra.

El jefe del Ejecutivo dejó claro en Bruselas, donde asistió a la cumbre de jefes de Estado y de Gobierno de la Unión Europea, que el combate a ETA y el acoso legal a ANV van de la mano pues son dos caras de una misma moneda. Un recordatorio dirigido al PP, cuya actitud de los últimos días, con continuas exigencias para actuar contra las corporaciones con presencia del partido ilegalizado, ha causado malestar en el Gobierno. Rodríguez Zapatero señaló que «la cooperación» de los populares en la lucha antiterrorista es hasta ahora «razonable» y esta actitud, unida a los éxitos policiales y la cooperación internacional, permiten aseverar que se van a «acortar los plazos» para ver el final de ETA.

Esa colaboración del partido opositor, prosiguió, sería deseable que se mantuviera en el caso de ANV y los 42 ayuntamientos vascos y navarros que gobierna o en los que tiene presencia. Aseguró que «el Gobierno sabe lo que hace y actuará conforme a la ley cuando la ley permita actuar» contra los concejales de esa formación ilegalizada por el Tribunal Supremo.

Voto de confianza

Por esta razón, pidió un voto de confianza a los populares, a los que recordó que «los ciudadanos agradecerían que no volvamos a hacer de la lucha antiterrorista un escenario para las luchas partidistas», como ocurrió en la anterior legislatura. Hay que trabajar, resumió, con «unidad sensatez y entendimiento» sin utilizar «ninguna sigla ni ningún ayuntamiento».

La vicepresidenta María Teresa Fernández de la Vega no se apartó ni un milímetro de esa línea de reflexión y en Madrid, tras la reunión del Consejo de Ministros, reclamó al PP que huya de «la tentación de volver a las andadas» para retomar la dialéctica de la confrontación en materia antiterrorista.

La número dos del Ejecutivo instó a los populares a que se abstengan de «sembrar dudas» entre los ciudadanos sobre «la firme voluntad» del Gobierno para acabar con ETA y sus acólitos políticos sólo por ganar «un puñado de votos». Ese comportamiento, lamentó, «no es de recibo» tras los recientes éxitos en la lucha antiterrorista.

Sensatez

La portavoz gubernamental agradeció con ironía «la disposición» de los populares para desalojar a ANV de las instituciones municipales, pero reclamó también «responsabilidad y sensatez» para avanzar en ese empeño común «de forma acompasada» y no cada uno por su cuenta.

Insistió en que no es tarea «fácil» por las salvaguardas garantistas de la ley de Bases de Régimen Local y la doctrina del Tribunal Constitucional, razones por las que el Gobierno debe ser «muy cauteloso» antes de dar un paso que sólo puede ser «un seguro cerrojazo» para los que amparan y no condenan a ETA.

Fernández de la Vega explicó que los servicios jurídicos del Ejecutivo trabajan en dos frentes en relación a ANV: por un lado, en la reforma de la ley de bases para facilitar la disolución de aquellos consistorios que incurran en enaltecimiento del terrorismo y, por otro, estudia «desde el primer día» las decisiones que se adoptan en los 42 corporaciones con presencia de concejales del partido ilegalizado, sobre todo en los que gobiernan con mayoría absoluta. Pero «la ley dice lo que dice» y el supuesto de concurrencia y gravedad en la no condena de ETA es, subrayó la vicepresidenta del Gobierno, «difícil» de demostrar ante un tribunal.

Fuentes gubernamentales opinan que el PP practica un ejercicio político arriesgado que pone en tela de juicio su credibilidad. Está al lado del Gobierno en la lucha contra los comandos y dirigentes de ETA, acepta los ejes estratégicos de la política antiterrorista, acercamiento a cárceles del País Vasco de presos incluido, pero se desmarca de la línea a seguir con los ediles de ANV.

«¿Estamos o no estamos?», se preguntó un alto cargo de La Moncloa, que consideró inexplicable la actitud del partido opositor, pues tienen «toda la información» por vía doble: Rodríguez Zapatero está en estrecho contacto con Mariano Rajoy, y el ministro del Interior, Alfredo Pérez Rubalcaba, tiene un diálogo fluido con el portavoz de Justicia del PP, Federico Trillo. El PP, afirman en el Gobierno, tiene que «aguantar el tirón» de Rosa Díez, por un lado, ya que Unión, Progreso y Democracia pretende capitalizar en términos políticos el combate a ANV, y el del sector duro de su propio partido, partidario de tener una posición más beligerante con el Gobierno en materia de lucha antiterrorista.