Francia no tiene pruebas para inculpar a 'Gurbitz' como dirigente de ETA
La justicia francesa encausó ayer a Aitzol Iriondo, 'Gurbitz', teórico jefe militar de ETA cuando fue detenido el pasado lunes cerca de la frontera pirenaica con España, pero no le inculpó por dirigir una asociación de malhechores terrorista, cargo reservado a los jerarcas que fue imputado hace tres semanas a Garikoitz Aspiazu, 'Txeroki', su supuesto predecesor. Estaba previsto que Iriondo, su presunto lugarteniente Eneko Zarrabeitia y el huido del 'comando Vizcaya' Aitor Artetxe ingresaran anoche en cárceles de la región de París por orden judicial en régimen de prisión preventiva, como había solicitado la Fiscalía.
Actualizado:En el listado de cargos contemplados en el sumario incoado ayer a iniciativa de la Fiscalía de París no figura el de dirección u organización de una asociación de malhechores con fines terroristas. «En nuestra investigación no hay elementos que permitan afirmar que 'Gurbitz' dirige ETA», explicó una fuente judicial. Creada en enero de 2004 y punible con veinte años de prisión, el doble que la simple pertenencia, esa inculpación va destinada a los máximos dirigentes de las organizaciones terroristas. En el caso de ETA, además de 'Txeroki', sólo se encuentran perseguidos con ese cargo Mikel Albisu, 'Antza', y Soledad Iparragirre, 'Anboto', presuntos ex jefes de los aparatos político y financiero, respectivamente, y Peio Eskisabel, 'Xerpa', que supuestamente asumió la co-dirección del militar tras ser responsable del internacional.
En vigor desde la promulgación de una reforma penal el 27 de marzo de 2004, el delito no le fue imputado a Iñaki Esparza, 'Ana', juzgado estos días en París por dirigir el aparato logístico entre 2001 a 2004, ya que fue arrestado sólo una semana después.