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EXPANSIÓN. Una tienda asiática sustituye a un comercio dedicado a la ferretería desde el pasado 2 de diciembre. / C. L.
EL PUERTO

Las tiendas de chinos se adueñan de las principales calles comerciales de la ciudad

Están en la calle Aurora, Vicario, Luna y el camino de Los Enamorados Los comerciantes piden un mayor control sobre los días de apertura

CRISTINA LOJO
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Los populares locales de chinos comienzan a adueñarse de la ciudad. Las principales calles comerciales de El Puerto cuentan con alguna tienda de este tipo en las que el cliente puede encontrar prácticamente de todo, a cualquier hora y cualquier día de la semana, y todo, por poco dinero.

Crevillet, el camino de Los Enamorados, la calle Luna, Aurora, Vicario, e incluso la barriada de Los Milagros. Todas cuentan con una tienda de estas características.

La última en instalarse ha sido el bazar Dragón, que desde el pasado dos de diciembre está ubicada en el local que desde hacía más de veinte años ocupaba una ferretería.

Por su parte, desde la asociación de comerciantes, Puerto Centro, su presidente, Miguel Álvarez, asegura que es imprescindible que las autoridades controlen el cumplimiento de la legalidad. Y es que advierte de que «muchos de estos establecimiento, a pesar de contar con más de 300 metros cuadrados, abren los domingos y festivos». Hay que tener en cuenta que la normativa sobre comercio únicamente permite la libre apertura a los establecimientos que tienen menos de 300 metros cuadrados.

Esta postura también la comparte el presidente de la asociación de Acocen, Miguel Mena, que entiende que «el que estos establecimientos abran sin respetar los días de fiesta, termina afectando al comercio tradicional».

Ante esta implantación asiática, desde Puerto Centro se defiende que «es imprescindible que el Ayuntamiento apueste por la llegada de franquicias y tiendas de calidad que atraigan el público al centro». Según Álvarez, «estas tiendas son capaces de atraer a los clientes que, una vez en la calle, terminan consumiendo también en los comercios tradicionales».

Además, tanto Acocen como Puerto Centro aseguran que los productos de estos establecimientos no cuentan con calidad. «No respetan las normativas de etiquetado, ni la seguridad», por lo que Miguel Mena solicita a las autoridades que «actúen de oficio para controlar estos delitos, y no únicamente cuando se interpone una denuncia».

Por su parte, los propietarios de estas ya populares tiendas, sin querer revelar su nombre, y mucho menos su imagen, aseguran que «todo está en regla y en orden». Con un español muy limitado, defienden que vienen a España en busca de un futuro mejor y no «a quitarle el trabajo ni el negocio a nadie». Aseveran que «todo lo conseguimos porque trabajamos muchas, muchas horas todos los días».

Por su parte, los clientes de estos establecimientos aseguran que en tiempo de crisis es una de las pocas opciones que existen para consumir. «Me he comprado este pijama por cinco euros, a ver dónde voy a encontrar yo algo a este precio», comentó ayer una clienta del bazar Dragón.