
La UE aprueba el plan de reactivación con inversiones «en torno al 1,5%» del PIB
Merkel afirma que el Gobierno alemán estudiará en enero si procede adoptar medidas adicionales
Actualizado: Guardar«Alrededor del 1,5% del PIB». Al final, la fórmula que se impuso en la cumbre europea de Bruselas para el plan de relanzamiento de la actividad económica fue la prevista. Se conserva la referencia explícita al punto y medio propuesto por la Comisión Europea (unos 200.000 millones de euros), y ambicionado por Francia y el Reino Unido pero no por Alemania, y sin embargo no se afirma inequívocamente como objetivo de obligado cumplimiento.
Merced a este artificio, la canciller Angela Merkel, que venía a Bruselas con aprensiones por no ser calificada como «la señora del 'no'», pudo afirmar en su conferencia de prensa, inhabitualmente traducida al francés y al inglés, que en esta cumbre había sido «la señora del sí'». Se trata, naturalmente, de una figura retórica. Exceptuadas las concesiones al plan de solidaridad del cambio climático, y a una inversión de 5.000 millones en infraestructuras y nuevas tecnologías, planteado por la Comisión en su plan de reactivación económica con los ahorros que se practiquen en la PAC (Política Agrícola Común) que, de otro modo, retornarían a los estados, Alemania no ha hecho un gran esfuerzo financiero en esta cumbre. La propia Merkel lo reconocía tácitamente, al asegurar que había terminado dando su apoyo al paquete de relanzamiento económico porque no interfiere con las medidas aprobadas por el Gobierno alemán para atajar la crisis dentro de la república federal.
La canciller, sin embargo, no cerró del todo la puerta a nuevas medidas de incentivación económica para su país. Aseguró que el Gobierno las estudiará a comienzos del próximo año, una vez hayan sido evaluados los efectos de las ya adoptadas.
Estímulos fiscales
El plan de relanzamiento adoptado por el Consejo Europeo pretende complementar los esfuerzos ya realizados para el reflotamiento del sector financiero, después del verano. Buscan incentivar la demanda interna mediante ayudas «limitadas en el tiempo y orientadas a los sectores más afectados y más importantes para la estructura de la economía (como, por ejemplo, el automovilístico y el de la construcción)», aseguran textualmente las conclusiones del Consejo Europeo.
La Comisión Europea complementará estos esfuerzos, en un 85% basados en la inversión de los estados miembros, facilitando el acceso a las ayudas de cohesión y anticipando ciertos pagos. El presidente Zapatero reconocía que la agilización de los pagos europeos es un elemento clave del planteamiento comunitario. El plan de la UE contempla la posibilidad de practicar estímulos fiscales, como los 2,5 puntos de reducción del IVA decididos por el Gobierno de Gordon Brown. Sin embargo, ningún otro socio comunitario se ha sumado a esta iniciativa y las demandas francesas de obtener un IVA reducido para ciertos sectores con mucha mano de obra pero sin incidencia significativa para la competencia en el mercado interior (peluquerías, pequeños talleres de reparaciones) no prosperaron en el Consejo.
Sarkozy, gran valedor de la idea como antes lo fue Chirac, escondió su fracaso en este punto enarbolando el compromiso de que el Ecofin aborde el tema en marzo.