MARINERO. Joaquín Valencia, en la embarcación que es su negocio y su sueño. / C. L.
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«Tendré que irme a La Puntilla a amarrar mi barco»

Joaquín Valencia dejó su profesión para invertir en un proyecto de turismo náutico que se «irá al traste» con los nuevos precios

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Joaquín Valencia se aferró a un sueño con fuerza y lo transformó en un proyecto empresarial. Enfermero de profesión, pidió hace ya tres años una excedencia para surcar los mares y potenciar el turismo náutico en la bahía gaditana. Poco a poco, los esfuerzos de este enamorado del mar tomaron forma.

En el pantalán N de Puerto Sherry tiene su empresa. Un barco que los turistas alquilan para disfrutar del encanto de la Bahía, conocer su historia y degustar el rico vino de la tierra. Kino Valencia, como todos conocen a este empresario, se encarga de que los turistas se sientan «como en casa». Se adapta a las necesidades del cliente y, con un trato personalizado, adapta el servicio a lo que éste desee.

Pero este sueño se ha convertido en una auténtica pesadilla. Kino es uno de los perjudicados por la subida que Marina del Puerto establecerá a partir de enero en los atraques. De 8.400 euros al año, este empresario pasará a pagar 19.400 euros. «Me tengo que ir como sea, aunque tenga que dejar el barco en La Puntilla», comenta Kino mientras se agarra con fuerza al timón de su barco que «ya siento a la deriva», comenta.

Este emprendedor no entiende «el maltrato que están sufriendo», reprocha que «una decisión como ésta vaya a llevar al traste una empresa que crea empleo», ya que Kino cuenta con servicio de patrones para dirigir la embarcación, además de contratar servicios de limpieza y mantenimiento para el barco. Su idea era «ir poco a poco ampliando el negocio e incluso adquirir una nueva embarcación», pero ahora, los números no le salen ni siquiera para mantener la que posee actualmente.

Está en lista de espera para acceder al puerto de Rota, donde no hay plazas libres suficientes. «Cuando llegó la carta de la subida tuve que leerla diez veces», comenta Valencia que asevera que «el precio no se corresponde con los servicios que Marina del Puerto ofrece a los clientes». «Las tablas están rotas, todo oxidado, y las instalaciones están muy deterioradas», explica. Por ello, reprocha a los empresarios que quieran «realizar las inversiones a costa de duplicarnos las cuotas en dos días».