Más de mil personas defienden a la madre de Pozo Alcón

La Fiscalía Superior de Andalucía estudiará, en caso de que se confirme la orden de alejamiento impuesta a María Saliente, la madre de Pozo Alcón (Jaén) condenada a 45 días de prisión por abofetear a su hijo en una discusión, la aplicación de diversas medidas destinadas a corregir «una posible desproporción punitiva». «Si se confirma la sentencia queremos coordinar la posición del Ministerio Fiscal para ver de qué forma podría producirse su ejecución sin que perjudicara los intereses del menor», ha indicado a Efe el fiscal superior de Andalucía, Jesús García Calderón.

El fiscal ha añadido que en este caso es «muy importante» tener en cuenta que los hechos se produjeron dos años antes de que se haya dictado la orden de alejamiento. Aunque no ha precisado qué medida prevista en la legislación procesal podría aplicarse para regular la aplicación de la sentencia, García Calderón ha apuntado a la posibilidad de solicitar el indulto para la madre, si bien ha dejado claro que es sólo una de las opciones.

Respecto al recurso planteado por la Fiscalía provincial, que considera que la pena que debería ser impuesta es de 67 días de cárcel y la prohibición de acercarse a su hijo durante un año y 67 días -22 días más de lo que dictaminó el Juzgado de los Penal número 3 de Jaén-, el fiscal superior de Andalucía ha concretado que la decisión de recurrir obedece a una «estricta observancia de la Ley».

Protesta vecinal

El anuncio de l fiscal general se hizo el mismo día que alrededor de 1.000 personas se concentraran en la localidad jiennense de Pozo Alcón para mostrar su apoyo a la vecina del municipio que ha sido condenada por un delito de malos tratos después de que le diera al menor un bofetón.

En declaraciones a Europa Press, la alcaldesa del municipio, Pilar Salazar, explicó que en la movilización, que se celebró a las puertas del ayuntamiento, se encontraban presentes la madre condenada, su marido y el hijo de ambos, así como también numerosos familiares de éstos, uno de los cuales leyó un manifiesto de apoyo.

Salazar dijo que con este acto, el municipio donde reside esta familia pretende mostrar su «rabia e indignación» por un castigo «desmesurado». Y es que, a su juicio, «la sentencia debería haber estado enfocada a ayudar a mejorar la educación de los hijos y no a desarraigar una familia».

Los hechos se desarrollaron el 6 de octubre de 2006, cuando María del Saliente A.M. estaba en su domicilio de Pozo Alcón (Jaén) y recriminó a su hijo de diez años de edad porque no había hecho los deberes del colegio, a lo que este le respondió tirándole una zapatilla y corriendo a encerrarse en el cuarto de baño. La madre fue tras el pequeño y, pese a la oposición del menor, consiguió abrir la puerta, lo que hizo que el niño cayera al suelo, fue entonces cuando la condenada le levantó agarrándole del cuello, dándole seguidamente un tortazo por detrás en la cabeza que hizo que se golpeara la nariz y sangrara.