Crece la percepción de que el desarrollo urbanístico degrada el medio ambiente
El 38,5% de los andaluces opina que el paisaje de su localidad ha empeorado en los últimos cinco años con las construcciones
Actualizado: GuardarMás desarrollo, peor paisaje. El 38,5% de los andaluces opina que el medio ambiente y el paisaje de su localidad han empeorado algo o bastante en los últimos cinco años como consecuencia del desarrollo urbanístico, según el Ecobarómetro de Andalucía de 2008. Esta percepción de la degradación medioambiental causada por el urbanismo ha aumentado en cuatro puntos porcentuales respecto al Ecobarómetro de 2007, mientras que el porcentaje de andaluces que opina que la situación ha mejorado algo o bastante se sitúa en el 33,3%, 5 puntos menos que el año pasado.
El resto de encuestados -uno de cada cinco- mantiene que la situación del medio ambiente en su localidad es igual que la existente hace cinco años. En las capitales de más de 100.000 habitantes la mayoría de los encuestados perciben en mayor medida el deterioro del medio ambiente y del paisaje de sus localidades, pues el 46,8% de los encuestados así lo afirman frente al 30,5% que cree que los efectos medioambientales han sido positivos.
Málaga, la que más
Málaga es la provincia andaluza en la que sus habitantes valoran en términos más negativos el impacto del desarrollo urbanístico durante los últimos cinco años, pues el 54,8% de los malagueños opina que el medio ambiente se ha deteriorado algo o bastante, el doble que las respuestas positivas, que suman el 26,1 por ciento. La tendencia contraria se registra en Jaén, donde el 42,6% de los encuestados afirman que el desarrollo urbanístico ha mejorado el medio ambiente en sus localidades, frente al 19,5% que opina que ha empeorado.
Mientras que en los municipios menores de 5.000 habitantes la influencia del desarrollo urbanístico se considera en mayor medida positiva, con el 37,3% de respuestas favorables frente al 26% de negativas, la percepción de deterioro ambiental aumenta de forma paralela al tamaño de las poblaciones, sobre todo al superar el umbral de los 20.000 habitantes.
En las localidades de entre 20.000 y 100.000 habitantes, el 42,2% de los encuestados acogen negativamente el impacto ambiental del desarrollo urbanístico, frente al 34,3% que considera que las consecuencias han sido favorables. En 2007, los resultados de este trabajo demoscópico reflejaban la división de opiniones de los andaluces sobre este asunto, aunque el porcentaje de encuestados que consideraban que el desarrollo urbanístico había empeorado el paisaje y el medio ambiente local aumentaba según el tamaño de las poblaciones de residencia. En el Ecobarómetro de 2006, la mayoría de residentes en municipios menores de 20.000 habitantes consideraban que el urbanismo había beneficiado el paisaje urbano y la calidad ambiental de su localidad, mientras que en las grandes ciudades la opinión mayoritaria era la contraria.
En 2005, tres de cada cuatro encuestados consideraban que el desarrollo urbanístico estaba provocando un impacto excesivo en el medio ambiente y en el patrimonio cultural de Andalucía y apoyaba mayoritariamente, con el respaldo del 84% de los encuestados, que la Junta de Andalucía interviniese en las políticas urbanísticas municipales cuando los ayuntamientos no respetasen la legislación o no obligasen a los promotores a cumplirla.