El presidente francés y presidente de turno de la Unión Europea, Nicolás Sarkozy junto a la canciller alemana, Angela Merkel, durante la segunda jornada de la Cumbre de la Unión Europea en Bruselas. /Efe
cumbre en bruselas

Los Veintisiete acuerdan destinar el 1,5% del PIB continental a medidas contra la crisis económica

Sarkozy asegura que "no hay voces discordantes" pese a las reticencias iniciales de algunos miembros

BRUSELAS Actualizado: Guardar
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Los Veintisiete han conseguido sacar adelante el plan comunitario para impulsar la economía y hacer frente a la grave crisis económica que atraviesa Europa. Pese a las reticencias iniciales, sobre todo por parte de Alemania, que se oponía a desequilibrar su presupuesto, los líderes europeos reunidos en en Bruselas han llegado a "un acuerdo absoluto", según el presidente francés, Nicolás Sarkozy, para destinar el 1,5% del PIB comunitario para impulsar la actividad y el empleo. Al término del Consejo Europeo, Sarkozy, ha dicho que "no hay voces discordantes", en torno a la decisión.

De la reunión han salido también medidas contra el cambio climático, después de que la sesión de ayer estuviera más protagonizada por la aprobación de una nueva consulta en Irlanda para ver si en 'segundas nupcias' el país ratifica el Tratado de Lisboa. Este acuerdo de mínimos, al que se llegó ayer, ha sido ratificado formalmente hoy.

El primer ministro británico, Gordon Brown, que ha liderado los llamamientos a una acción coordinada y cuantiosa contra la crisis, ha señalado que "Lo más importante es que hemos acordado que los fondos deben llegar al 1,5% del PIB, cuando hace una semana se decía que la UE sólo aprobaría el 1%". El acuerdo para reactivar la economía comunitaria prevé inyectar alrededor de 200.000 millones de euros, de los cuales, 170.000 millones saldrán de los presupuestos nacionales, mientras que las arcas comunitarias y el Banco Europeo de Inversiones (BEI) se encargará de aportar el resto de los fondos.

La luz verde al plan se ha conseguido tras una ardua labor diplomática y después de que el Consejo Europeo haya dejado claro que cada Estado podrá elegir las medidas que considere apropiadas, según "la situación de cada cual". Asimismo, los líderes han descartado incluir en el acuerdo la posibilidad de aplicar tipos de IVA reducido para los servicios intensivos en creación de empleo y la sugerencia de favorecer fiscalmente a los productos y servicios "verdes".

Aumento del déficit

Según el plan, los países podrán optar entre diversas medidas para impulsar la actividad, que van desde acciones de apoyo a los sectores más afectados por la crisis (como el automóvil y la construcción) a rebajas fiscales, disminución de las cotizaciones sociales o ayudas directas a las familias. Estas medidas aumentarán el déficit público de los Veintisiete, pero los estados insisten en la vigencia del Pacto de Estabilidad -que obliga a avanzar hacia el saneamiento en las cuentas públicas y fija un máximo de déficit del 3% del PIB-. Por eso, dejan claro que las desviaciones deben ser temporales y se comprometen "a regresar rápidamente, conforme al Pacto, a sus objetivos presupuestarios a medio plazo".

En cuanto a la aportación comunitaria al plan de reactivación común, hoy ha vuelto a quedar claro que no cuenta con apoyo suficiente la propuesta de destinar a mejorar las infraestructuras 5.000 millones de euros de la partida agrícola que no han sido utilizados. La idea de la Comisión es reprogramar esas cantidades, que en caso contrario deberían ser devueltas a los países en proporción a sus aportaciones, para impulsar los dos próximos años las interconexiones eléctricas y la banda ancha.

Para salvar las reticencias de algunos países -una vez más, Alemania, pero también Holanda, Austria, Suecia y Polonia-, el texto de conclusiones se limita a apoyar "la movilización de posibilidades que permitan, dentro del presupuesto comunitario, reforzar las inversiones" y precisa que se tendrá en cuenta "un equilibrio geográfico adecuado". Los Veintisiete sí apoyaron aumentar los créditos del BEI destinados a apoyar a las pymes, las energías renovables y el transporte limpio, con el acento en el sector del automóvil.

En cuanto al cambio climático, el grueso del paquete de medidas está consensuado y sólo faltan por cerrar detalles en algunos puntos técnicos, por lo que también se espera un acuerdo. Las conversaciones en estos dos asuntos avanzaron de forma fluida después de que los jefes de Estado y Gobierno de la UE lograron, al inicio de la cumbre, un rápido acuerdo para que Irlanda celebre antes de noviembre de 2009 un nuevo referéndum de ratificación del Tratado de Lisboa a cambio, básicamente, de que cada país comunitario siga teniendo un miembro en la Comisión Europea.