tribuna

¿Para qué y para quienes salvar el sistema financiero?

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Tras el shock y el pánico desatado en el sistema financiero internacional el 15 de Septiembre con la bancarrota de Lehman Brothers se han puesto en marcha planes de rescate de la Banca norteamericana y europea que ya han superado los dos billones de dólares con dinero público, de toda la ciudadanía, aduciendo que es inevitable y que es en beneficio general. Si no hubiese caído Lehman Brothers ni el senado norteamericano ni los parlamentos europeos hubiesen planteado la cuestión de estas ayudas. Pero ¿para qué y a favor de quienes se están tomando las medidas de rescate? Por encima de las declaraciones y manifestaciones de buenas intenciones están los hechos que hablan por sí solos.

Cuando los especialista analizan las causas de la crisis se ciñen a los préstamos subprime, sin obviar que en un principio se minusvaloró como una crisis localizada en Norteamérica y de simple liquidez, después vieron que también de solvencia de bastantes instituciones financieras y ya reconocen que es una crisis general del sistema económico de alcance similar o superior a la crisis del 29 sin que «nadie tenga una bola de cristal para saber hasta cuando durará».

Pero una descripción de los hechos no es una explicación científica. El hecho de que la crisis económica les cogiera de improviso, la minusvaloraran y sean incapaces de pronosticar su devenir manifiesta tan sólo las debilidades de la teoría con la que se manejan. Dejar caer a Lehman Brothers no fue otro error. La operación para salvarlo se llevaba negociando desde hacía un mes con la garantía de que la Reserva Federal avalaría hasta un máximo de 50.000 millones de dólares los activos tóxicos en su poder. Al día siguiente se presenta la documentación de Goldman Sachs para su transformación en Banco Comercial. Las consecuencias han sido: 1) Eliminación de un competidor directo de Goldman Sachs y mayor concentración de la banca. 2) Aprobación de los rescates con dinero público gracias al shock y al pánico. 3) Prevista la compra de los activos tóxicos de los bancos por la Reserva Federal se liberarían fondos para que entidades americanas compraran los debilitados bancos ingleses, operación fallida por la rápida decisión de Gordon Brown capitalizándolos, lo que obliga a cambiar la finalidad del rescate norteamericano. 4) Convocatoria del G-20 para implicar a los países emergentes en la defensa del sistema y la ideología capitalista, reforzar los anquilosados y desacreditados FMI y Banco Mundial, e intentar salvar en última instancia la OMC.

El sistema financiero es el sistema sanguíneo de la economía. Hay que salvarlo necesariamente, pero el 2,2% del actual sistema financiero. El resto, el 97,8% no es inevitable, por el contrario es necesario e imprescindible si queremos salir de la crisis en beneficio de la humanidad que se acabe con él. Pero esto hará caer el PIB y las bolsas mundiales. Es necesario construir un Gobierno del mundo democrático, legítimo y transparente, y esto pasa por la convocatoria del proceso constituyente de la primera Constitución del mundo.