REPLIEGUE. Un soldado británico monta guardia en una carretera de acceso a Basora, en una imagen de 2007. / AFP
MUNDO

Londres pone fin a su misión en Irak

El Gobierno británico iniciará en marzo la retirada de sus 4.000 militares, que espera culminar en junio

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El Gobierno británico filtró ayer a la prensa que comenzará a retirar sus tropas de Irak el próximo marzo y que pretende culminar el repliegue en junio, cuando ya sólo quedarán en el país árabe unos cuantos cientos de oficiales del Ejército dedicados a la formación de las tropas y fuerzas de seguridad locales.

El Ejecutivo tendría que hacer el anuncio en el Parlamento, pero la retirada de tropas en Irak se ha convertido en un asunto que da juego electoral de una manera paradójica desde la marcha de Tony Blair como líder laborista y la llegada de Gordon Brown, que apoyó la invasión, aunque se ha distanciado siempre de sus consecuencias.

La oposición conservadora está subiendo los decibelios en su crítica a la política económica de Brown contra la crisis y al día siguiente de que el líder tory, David Cameron, pronunciase un duro discurso que acaparó titulares, la filtración sobre la retirada movió la agenda mediática. Hace catorce meses, el primer ministro viajó a Irak durante una conferencia conservadora también para atraer atención informativa.

La elección de Barack Obama como presidente de EE UU ofrece además a Brown la posibilidad de ser más alegre en sus anuncios, tras semanas de tensas negociaciones con la Administración saliente de George W. Bush. Obama comparte el deseo de retirarse, pero los británicos dejan la tarea sin terminar antes de marcharse. «Se ha realizado un progreso significativo en Basora, una ciudad transformada gracias a los esfuerzos de tropas iraquíes, británicas y de la coalición», explicaba ayer una declaración oficial del Ministerio de Defensa, que salía al paso de la noticia sobre el plazo de retirada, que ni confirmaba ni negaba.

La realidad es que las tropas británicas ya no patrullan Basora, sino que permanecen -son en estos momentos cerca de 4.000 efectivos- en la base aérea. El acuerdo de retirada negociado con los mandos estadounidenses obligará a que los americanos envíen una brigada de unos 4.000 soldados para sustituir a los de Reino Unido. Y es que la base aérea que ocupan es un punto esencial de acceso al sur, donde se encuentra el único puerto de salida del petróleo iraquí, y por donde pasan las rutas esenciales de abastecimiento al grueso del despliegue del Ejército de EE UU, que está en el centro del país y suma unos 130.000 soldados.

Cuatrocientos oficiales

Los británicos dejarán detrás unos cuatrocientos oficiales, dedicados a hacer lo que Reino Unido lleva a cabo en otros países en desarrollo, la formación de fuerzas de seguridad y Ejército, en este caso incluida la pequeña Marina iraquí.

El balance de la presencia británica dice, a esta fecha, que desde la invasión ha habido unos 90.000 muertos civiles, según la estimación de iraqbodycount; 650.000 para la revista médica The Lancet y 1,5 millones según un sondeo. Dos millones de iraquíes han huido de su país y 1,5 millones se han visto obligados a desplazarse a otros lugares.

El Ejército británico, sometido a una demanda de despliegue que le está poniendo en apuros logísticos, podrá liberar helicópteros para desplegarlos en Afganistán, donde 7.500 soldados -el equivalente, teniendo en cuenta el tamaño de su población, a los 32.000 norteamericanos- batallan contra los talibanes en la dura provincia de Helmand.

Londres resiste por el momento la petición de Washington, respaldada por Obama, para que envié más tropas al país asiático. Antes quiere que otros miembros de la OTAN, empezando por Alemania y Francia, aumenten sus contingentes.