ESPAÑA

El jefe etarra intentó usar su arma en la detención

Aitzol Iriondo se orinó en los pantalones cuando la Policía le puso las esposas

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El dirigente de ETA Aitzol Iriondo, Gurbitz, intentó sacar una pistola que llevaba en el cinturón para evitar ser detenido, pero la celeridad de un agente francés que le encañonó en la cabeza con su arma le disuadió, según informaron fuentes de la investigación. Además, tras el arresto, el dirigente etarra se orinó en los pantalones.

El dirigente etarra acudía a una cita en la localidad de Gerde acompañado de Eneko Zarrabeitia, que actuaba como su conductor, cita que estaba controlada por efectivos de la Policía francesa. Zarrabeitia estacionó el coche en el que llegaron los dos etarras, un Peugeot 308, delante de la iglesia de Gerde, y se quedó esperando en el interior del automóvil, mientras su jefe, Aitzol Iriondo, se alejaba unos metros.

Poco después llegó otro vehículo que se estacionó delante del Peugeot 308 y de él salió el presunto miembro del comando Vizcaya Aitor Artetxe, al que acompañaban otras personas. Al reconocerse, Artetxe y Zarrabeitia se dieron un abrazo y entonces se acercó Aitzol Iriondo que se unió a los anteriores.

La presencia de Iriondo fue una sorpresa para los agentes que participaban en el dispositivo ya que, aunque no sabían quienes eran los etarras que tenían que acudir al encuentro, lo último que esperaban era darse de bruces con el sucesor de Txeroki. Al confirmar la presencia del dirigente de ETA, los agentes de la Brigada de Búsqueda e Intervención (BRI) de Bayona que controlaban la cita procedieron a realizar una actuación rápida neutralizando a los tres terroristas.

Iriondo se encontraba con las manos en los bolsillos de sus pantalones vaqueros cuando se dio cuenta de la presencia de los policías. Intentó sacar la pistola, pero sólo llegó a poner una de las manos sobre el arma. No logró sacarla porque un agente de la BRI le estaba apuntando con su pistola a la cabeza y le disuadió de hac erlo

Al proceder a cachearle y a ponerle las esposas, comprobaron que Iriondo se había orinado.