El Villarreal decepciona en Escocia y renuncia al liderato
El Celtic, que no se jugaba nada, le pone más ambición y carácter, aprovecha la rigurosa expulsión de Guille Franco y pasa por encima de los españoles
MADRID Actualizado: GuardarAl final el 2-0 se queda corto para los méritos de unos y otros. El Villarreal decepciona en Escocia y renuncia al liderato de grupo que puso en peligro el Manchester con su empate en Old Trafford ante el modesto Aalborg danés. El Celtic de Glasgow, que no se jugaba nada, salva el orgullo de conseguir su primera victoria en la ‘Champions’ y mantener su estadio como un fortín, le pone más ambición y carácter que el Villarreal, aprovecha la rigurosa expulsión de Guille Franco, y pasa por encima de los españoles.
El Villarreal sufrió así su primera derrota en la competición y dejó muchas dudas con vistas a la eliminatoria de octavos, en la que Manuel Pellegrini deberá recurrir a los mejores, al contrario de lo que hizo en Escocia, donde se presentó con varios suplentes, consecuencia de las escasas, por no decir nulas, escasas esperanzas de dar la sorpresa en Celtic Park, que vibró con el fútbol de un equipo que pudo marcar tres o cuatro goles al representante español.
Un grave error del portero Viera, un codazo de Guille Franco a un defensa que vio el línea y fue castigado con excesiva severidad por el árbitro, y la dejadez de la defensa, acompañada de una gran jugada individual de MGeady, ya dejó al Villarreal con dos goles de desventaja al descanso cuando el Manchester estaba incluso perdiendo en su campo ante el Aalborg. Aunque el Villarreal salió al principio en busca de la victoria en Celtic Park y tuvo un par de llegadas que a punto estuvieron de acabar en gol.
Tocado y hundido
Sin embargo, el Villarreal se fue hundiendo ante la agresividad del Celtic, que en una jugada que rozó el fuera de juego aprovechó una cantada de Viera para adelantar a los escoceses. Aunque con el gol en contra reaccionaron los españoles, el Celtic fue superior, y no con juego directo, sino con toque y llegada, encabezado por un buen interior zurdo (McGeady), que siempre hizo sufrir a la zaga amarilla.
La situación sí se complicó de forma definitiva para el Villarreal con la expulsión de Guille Franco, que no debió soltar el brazo al central del Celtic, aunque su leve codazo no mereciese la roja. El caso es que en inferioridad, el Villarreal desapareció, se vio siempre dominado, y se quedó sin balón. Espoleado por una afición que no dejó de cantar y animar a su equipo, el Celtic se creció aún más, y el Villarreal, aunque no permitió muchas ocasiones, sí falló en otro momento decisivo. El que se supone es un equipo sólido y trabajado atrás, permitió a McGeady plantarse solo en la frontal del área para rematar desde ahí cuando se cumplía el primer tiempo y el Aalborg acababa de adelantarse al Manchester.
Ya iba a ser casi imposible el liderato con ese segundo gol que obligaba a Pellegrini a un cambio ofensivo (Nihat por el amonestado Senna) para intentar la hazaña con 10. El delantero turco regresaba tras superar su lesión para estrenarse en la ‘Champions’ y con él el Villarreal comenzó a crear más peligro, aunque era el Celtic el que tenía la pelota y seguía teniendo el control del partido y la profundidad.
Al Villarreal le costaba un mundo recuperar el balón a un Celtic que sorprendió con su juego porque no jugaba al pelotazo al área. Al contrario. Se hartaba de tocar, jaleado por su afición mientras el ‘submarino amarillo’ corría tras la pelota sin ninguna fe en recuperarla. Sólo podía tener alguna esperanza el Villarreal en algún contragolpe, como ocurrió con uno aislado de Nihat, aunque fracasó en el mano a mano ante el guardameta escocés. Con un jugador menos, y sin el interés que le pusieron los locales, no se podía esperar más de un Villarreal que hizo un pequeño favor a un rival con el que los castellonenses están hermanados.