
El Atlético se juega el primer puesto en el infierno francés
La condena al ultra Santos Mirasierra marcará el choque «Vamos a un país civilizado, no a Somalia», señala Aguirre
Actualizado: GuardarAlto riesgo en el Velodrome de Marsella, donde el Atlético espera enfrentarse sólo a un partido de fútbol y no a una guerra, a una batalla contra una hinchada caliente e indignada por la condena de tres años y medio de prisión a Santos Mirasierra sin demostrarse que el ultra arrojase la silla que hirió a un policía nacional en la cabeza. Aunque parece que su único objetivo es salir indemnes de Francia, los rojiblancos se juegan nada menos que poder acabar como líderes de grupo, lo que, además de jugar la vuelta de octavos en casa y ante un rival sobre el papel asequible, reportaría 600.000 euros a club. Para ello, al Atlético le bastaría con cosechar el mismo resultado que obtenga el Liverpool en Eindhoven.
«Que se acabe ya este capítulo y podamos seguir nuestras vidas sin más», exclamó ayer el Vasco Aguirre, harto ya del enredo creciente desde el choque del 1 de octubre en el Calderón. «Espero que sólo sea un partido que se desarrolle por un cauce normal», añade un técnico mexicano que asume, como algo «propio del fútbol», que al cuerpo técnico y a los jugadores les insulten y escupan tras aterrizar en Marsella e incluso les arrojen alguna piedra al autobús. Pero cree que la situación tampoco debe de ir a más. «Vamos a un país civilizado, no a Somalia», reflexionó el azteca, que planea hacer rotaciones y deja en Madrid a hombres como Heitinga, Simao y Assunçao.
En un hecho sin precedentes, el Atlético pidió permiso a la UEFA para viajar el mismo día del partido y evitar así más horas de inquietud. Llegará a Marsella a la hora de almorzar y el hotel será un búnker. Eric Gerets, el técnico belga del equipo galo, se teme que el choque acabe mal para alguien y para el club. «Si hay incidentes tanto dentro como fuera del terreno de juego, los vamos a pagar muy caro».