El general Eric Shinseki. / REUTERS
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Un general apartado por Bush dirigirá a los veteranos de guerra

Obama persiste en su estrategia de recuperar para su Gobierno a miembros de pasadas administraciones

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El presidente electo de Estados Unidos, Barack Obama, perfila minuciosamente quién encarnará cada pieza del puzzle de su próxima Administración. Ayer, durante una conferencia de prensa con motivo del aniversario del ataque a Pearl Harbor, el afroamericano nominó oficialmente al general retirado Eric Shinseki secretario de Asuntos de los Veteranos, una decisión clave de cara a la posible salida de tropas norteamericanas de Irak.

Más tarde, en el programa 'Meet the Press', Obama aseguró que creía que Shinseki era «la persona adecuada para tener la seguridad de que honramos a nuestras tropas cuando vuelven a casa». El nombramiento no está exento de polémica, ya que en 2003 el general perdió su trabajo en la Administración Bush tras sugerir la necesidad de trasladar más tropas a Irak de las que había solicitado el entonces secretario de Defensa, Donald Rumsfeld. Rumsfeld y el entonces subsecretario de Defensa, Paul Wolfowitz, criticaron a Shinseki por testificar ante el Congreso que se podrían necesitar varios cientos de miles de militares para estabilizar el país pérsico. Durante la entrevista, Obama no dudó en reconocer que Shinseki «hizo bien», refiriéndose a aquella situación. El general se retiró del Ejército en junio de 2003, dos meses después de la caída de Bagdad. Durante su discurso de despedida lanzó un dardo envenenado a George W. Bush al criticar a quienes muestran su «desconfianza y arrogancia» ante los líderes militares y advirtió de los peligros de exigir demasiado a las Fuerzas Armadas. Obama vuelve a echar mano de expertos de gabinetes pasados, en este caso de Clinton y Bush, para construir el núcleo duro de su Gobierno. El general llegó a la comandancia del Ejército en 1999, elegido por el entonces presidente, Bill Clinton. Shinseki es el primer asiático americano en la historia norteamericana condecorado con cuatro estrellas y el primero en dirigir uno de los cinco servicios militares.

El general retirado, de 66 años, necesitará la confirmación del Senado para tomar posesión de la dirección de la Oficina de Asuntos de los Veteranos (VA), la segunda agencia más grande del Gobierno.