Un Portuense capaz de lo mejor y de lo peor termina empatando ante el Ceuta

¿Qué rico, Dios mío! El Ceuta saboreó el polvorón que en cuatro minutos de la segunda mitad le puso en la boca el Portuense. Al igual que los de Ferri saborearon el punto que se quedó en casa, debido al penalti que los ceutíes fallaron con el marcador de 3-3 y un Portuense muy tocado, al perder su ventaja inicial de 3-1. No obstante, en las postrimerías, el conjunto rojiblanco se pudo haber llevado el marcador adelante al gozar de varias oportunidades, como la del tiempo de descuento en la que el Ceuta salió mal al saque de una falta, dejando sólo hasta a cuatro jugadores rojiblancos, que al final se hicieron un lío entre ellos; el mismo que tienen los jugadores en la cabeza ya que nadie les da garantías de cobrar las mensualidades que se les adeuda.

Pero no pudieron comenzar peor las cosas para el conjunto de Ferri, que a los nueve minutos ya vio como su portería era batida por Javi Navarro. ¿La que les esperaba a los de El Puerto! La sombra de los últimos choques asomó por el Cuvillo. Pero entonces apareció el mejor Abel de toda la temporada para solventar el desaguisado, con dos incursiones casi seguidas, en las que los rivales no tuvieron más remedio que derribarle cuando se colaba.

La pareja Abel-Anuarbe funcionó a la perfección, al conseguir materializar el segundo las dos penas máximas con que fue sancionado el Ceuta. La primera, justo un minuto después de encajar el primero y, posteriormente, a los 23 minutos. Además sirvió para que Martínez se fuese a la caseta.

El Portuense por delante y con un hombre más. Miel sobre hijuela para un equipo con muchos problemas de mente, que desgraciadamente salieron a relucir en el segundo tiempo. Pero en el primero, todavía hubo tiempo suficiente para que Abel se sacase un disparo raso que se coló en el fondo de la red. Corría el minuto 27 y quedaba todo un mundo por delante. Era tiempo de disfrutar de su equipo como lo hizo la afición. El Ceuta acusó el mazazo y sobre el campo sólo existían los locales, que contemporizaron el juego hasta llegarse al descanso.

Parecía increíble que el partido se le fuera a los locales, pero en tarde nublada y de agua, apareció la figura de Elvis, que aclaró las ideas de su equipo. Además del trabajo del ceutí, la suerte también le fue favorable, al conseguir dos goles que, en circunstancias normales, no debieron subir al marcador, al contar con la benevolencia de la defensa rojiblanca. Justo cuatro minutos le bastaron al Ceuta para imponer su fortaleza. Empate a tres y las cañas se volvieron lanzas. Ya era el Ceuta quien dominaba poniendo de su parte para llevarse el marcador adelante y un Portuense que dejaba de ser el del primer tiempo.

Cerca de la debacle

A los 18 minutos pudo haber llegado la debacle para los locales en un penalti a Álvaro, que Alberto desperdició estrellándolo en el palo derecho. Esto sirvió para que el Portuense volviera a arrancar el motor y viera con mayor noción el portal contrario. Pena que Abel se rompió en una carrera y se tuvo que marchar al vestuario.

El Portuense perdió a su mejor baluarte en la tarde de ayer. Pese a todo, los de Ferri se sobrepusieron a las adversidades.

Armada estrelló un balón en la cepa del poste izquierdo de Lledó cuando corría el 66' de encuentro. El Ceuta no se atrevía a irse arriba porque el Portuense le podía hacer un descosido. Los locales lo siguieron intentando, pero ni siquiera lo consiguieron en un fallo garrafal de su rival, cuando dejaron sola ante Lledó a toda la delantera rojiblanca.

En definitiva, un partido loco al que se le pudo haber sacado mayor provecho que el empate, que no hace otra cosa que dejar una semana más al Portuense en puestos de descenso.