
Nuevo tropiezo del San Fernando
Los azulinos tuvieron más ocasiones, pero Dorronsoro fue determinante El gol melillense fue fruto de una excelente jugada personal de Migui
Actualizado: GuardarEl San Fernando sumó su novena jornada consecutiva sin ganar y, lo que es peor, solo cinco puntos logrados de 27 posibles, al caer en casa ante el Melilla. Este resultado supone encadenar también una racha de tres derrotas consecutivas. Sin duda, el rival norteafricano es uno de los equipos más en forma del campeonato, y a fe que lo evidenció en La Isla. Pero no es menos cierto que los azulinos tuvieron más ocasiones que los visitantes, a los que salvó de manera determinante su arquero Dorronsoro, erigiéndose en el mejor del partido.
Comenzó mejor el San Fernando durante la primeros minutos. Tocó y tocó el balón el cuadro de Iriondo, si bien no llegaba con claridad a los dominios de Dorronsoro. El dominio territorial no se traducía en peligro y el Melilla mostraba buen orden sobre el campo. A los 25 minutos el melillense Andrés Ramos intenta el tanto elevando en vaselina sobre una salida lateral de Raúl Iglesias. Supera al arquero vasco y tiene que ser Canito el que salve en la misma línea de gol.
La oportunidad más clara de los locales correspondió a los 27, cuando un pase atrás desde la linea de fondo de Casares, lo remata Iván Guerrero fuerte y abajo. El meta Dorronsoro acierta a despejar, pero Puli no alcanza para finiquitar el lance con un gol. El San Fernando juega estos minutos mucho más tiempo en la parcela melillense, pero la contra de los rojinegros es para tener en cuenta.
En la recta final de este período, en el minuto 44, Marco intenta su disparo lejano (habitual en él, pues suele llevar peligro en ese tipo de acciones), pero se va alto. En el 46' Iván estrella su lanzamiento desde la frontal en un mar de piernas de los rivales, y Canito, en el último suspiro de la primera mitad, hace que Dorronsoro vuelva a intervenir en el centro de su portería.
Muchas imprecisiones
La reanudación trae a un San Fernando menos constante, y con más imprecisiones en el pase. Puli cuenta en el minuto 49 con un disparo que obliga al meta visitante a parar en dos tiempos. Pero en ese punto llegó la jugada clave del choque. Migui realiza una acción de gran calidad, perpendicular al área y con un certero toque eleva sobre defensa y meta azulino para anotar un tanto de bella factura.
Los locales acusan el golpe y aunque lo intentan Castillo -minuto 62- y Marco, de falta directa -minuto 64-, todo termina en las manos de Dorronsoro. La falta de Marco se cantó como gol en un sector del estadio. El hundimiento local acontece en el tramo medio de esta segunda parte. En el 70, por tres ocasiones, el Melilla está cerca de marcar. Merino evita que Andrés Ramos llegue a marcar en solitario en una contra; Migui dispara y saca Raúl Iglesias y, en la subsiguiente acción es Andrés Ramos el que cabecea con peligro, yéndose fuera por centímetros.
Esto provocan el enfado de la grada y los primeros pitos de la temporada. La afición no tuvo en cuenta que el equipo es un recién ascendido, con presupuesto muy inferior a muchos rivales, que los jugadores no están al corriente de cobros, ni que el Melilla es sencillamente superior. Soberanamente expresó su opinión, por cuanto a otros muchos pudiera parecer injusta. El carrusel de cambios de esos minutos apenas cambia la decoración. En el 81, además, el árbitro se come una pena máxima por empujón de Igor Cuesta a Quini y, de nuevo Dorronsoro, realiza un paradón de antología en el tiempo de descuento a disparo a bocajarro de Merino, que recibió un balón mandado desde el suelo por Selu, al que había llegado por mediación de Canito. La finalización del partido también trae algún tímido silbido y protestas contra el trío arbitral.