Cofradías de mazapán
ME piden los compañeros Vegazo y Álvarez que de vez en cuando me pase por estas páginas cofradieras que cada domingo aterrizan en nuestra VOZ jerezana. Por supuesto me piden que, si he de pasarme, lo haga, si soy tan amable, descolgándome con algunas letras para los cofrades ¿Y qué les voy a contar yo a los cofrades? Me preguntaba cuando el pasado martes me alertaban de que en doce horas tenía que estar listo el artículo. Doctores tiene la Iglesia. Personas más doctas en la materia. Bastante tengo con escribir cada día de la ciudad en nuestro periódico sin caerme con alguna inexactitud, bastante con escribir de toros sin que éste me pille algún día y me mande al reloj (expresión taurina, ésta, que simboliza la altura a la que llega uno si el toro te pega algún gañafón malintencionado. Y si no, observen ustedes la altura donde está ubicado el reloj de una plaza de toros).
Actualizado: GuardarPero como uno debe ser solícito con la demanda de los amigos, aquí me cuelo y, como le dijo Santa Eufema al Infante Fernando antes de llegar al trono de Aragón, "salga el sol por Antequera". Por cierto que hablando de Antequera cerca está Rute y Estepa también. Dos pueblos distinguidos por sus dulces de Navidad. Pronto tendremos que ir la familia a ver el Belén de chocolate, como hacemos todos los años, a la capital mundial del jumento; que si no lo saben ustedes es Rute por su Asociación Casa del Burro.
Dulces de Navidad para las cofradías cuando llegan las fechas que se avecinan. Dejemos de decir burradas radiofónicas y deleitémosno con los dulzones roscos de anís, y con los exquisitos bombones de la flor de Rute. A ver quién se va a tragar un vaso amargo en estas fechas donde debe de imperar el buen rollito. Y si es un buen rollito laico, pues mucho mejor. Para no despertar molestias en colectivo alguno.
La Navidad es un poco la antítesis de las cofradías. En Navidad todo es frío mientras que en Semana Santa se despiertan los primeros calores del año. En Navidad cantamos, en Semana Santa guardamos silencio bajo el antifaz de nuestra cofradía. La Navidad nos trae regalos bajo el árbol de la felicidad mientras que en la Semana Santa la única dádiva que tenemos es nuestra túnica planchada sobre una silla de anea. Pero como cada tiempo del año hay que vivirlo intensamente, preparémosno a saborear las fiestas del Nacimiento de Cristo, y también la noche que hace puente entre un año y otro así como la festividad de la Epifanía. Abrochemos estas fiestas si cabe con un hermanamiento fraternal, olvidemos las viejas rencillas y, por favor, no me vengan con agrias polémicas porque el vinagre de Jerez no es para estas fechas.
Descorchemos cava extremeño o catalán y no se atrevan a rendirse desplantes toreros en tiempos de amor y felicidad. No me fastidien con viejas rencillas porque tiempo habrá en el resto del año. Por favor, no me jodan la Navidad y vivamos con intensidad este tiempo donde las cofradías se vuelven de mazapán.
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