La Guardia Civil se incauta de una tonelada de hachís en Sancti Petri

La Guardia Civil se incautó ayer de más de una tonelada de hachís, repartida en un total de 37 fardos de entre 25 y 30 kilogramos de peso cada uno. Los agentes se hicieron con la droga después de realizar una operación de rastreo por aguas del entorno del Castillo de Sancti Petri en Chiclana.

El cannabis fue localizado por los agentes después de que éstos siguieran la pista de la media docena de fardos que aparecieron hace unos días en la zona. Alertados por la presencia de una baliza en una parte rocosa con poco tránsito de embarcaciones, los efectivos de la Benemérita completaron ayer la operación.

Se da la circunstancia de que los fardos de droga hallados se encontraban fondeados en alta mar, lo que da una idea del elaborado dispositivo empleado por los traficantes a la hora de depositar el hachís cerca de tierra firme sin levantar sospechas.

Operación submarina

Fue necesaria incluso la presencia de efectivos del GEA, el grupo de operaciones submarinas de la Guardia Civil, cuyos buzos se trasladaron desde Sevilla para sacar a la superficie el alijo. Toda la mercancía incautada ha sido puesta a disposición de un juzgado de instrucción de Chiclana, a la espera de que éste ordene su destrucción, según informaron a LA VOZ fuentes del instituto armado.

Al parecer, el hallazgo del alijo tiene relación con el cadáver que encontraron el pasado viernes tres jóvenes que mariscaban en la zona, aunque las autoridades no lo han confirmado. El fallecido es un varón de origen marroquí cuya identidad no ha trascendido. Todo parece indicar que viajaba a bordo de una embarcación cargada de droga que naufragó mientras trataba de introducir la mercancía en la costa. La Guardia Civil tuvo conocimiento de este hecho hace unos días cuando la lancha neumática, presuntamente utilizada para la introducción de este cargamento, fue recuperada por la Benemérita el pasado viernes.

El litoral chiclanero, y más concretamente el canal de entrada al poblado de Sancti Petri y los caños cercanos, han sido históricamente una de las vías preferidas de los narcotraficantes a la hora de introducir droga, fundamentalmente hachís, en la provincia. Sin embargo, hacía muchos meses que los cuerpos de seguridad no se incautaban de una cantidad tan elevada de mercancía ilícita en esta zona.

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