Nuestro guitarrista más universal (I)
Paco Cepero ha acompañado a todas las grandes figuras en sus 50 años de trayectoria profesional
Actualizado:Por una u otra razón, la mayoría de los apellidos que venimos trayendo a estas páginas son artistas. Sí, porque, aunque se tenga por artista a todo aquél que realiza con virtuosismo alguna de las bellas artes (la música, la pintura, el canto ), también lo son para mí los arquitectos capaces de dibujar y de crear espacios que son auténticas obras de arte, como lo pueden ser con su ojo clínico los virtuosos galenos o los empresarios de fuste creadores de puestos de trabajo en tiempos difíciles. En esta ocasión queremos dedicar nuestro espacio al apellido Cepero, que ya en el siglo XIX destacó en Jerez en la persona de un cantaor flamenco llamado José Cepero, quien fuera creador de un estilo de fandango único por su original melodía y la estructura musical de sus tercios. Pues bien, este cantaor autodidacta fue tío abuelo del padre de nuestro guitarrista más universal: Paco Cepero.
Hoy la doble página de LA VOZ se engalana con las fotos y los recuerdos de este inigualable tocaor y compositor jerezano. Guitarrista flamenco en activo, que desde sus principios acompañando a las máximas figuras del cante hasta sus actuales 50 años en la música, nos revela todo el caudal de su arte: sus vivencias, experiencias y trayectoria artística, siempre rodeado de los mejores porque le tocó vivir la época más álgida, el llamado siglo de oro del flamenco. Para estar con él y con su querida esposa nos hemos trasladado hasta su casa de la calle Encaramada, a ver si aquí, al estar rodeado de tantos maestros del arte flamenco que enmarcados nos miran sonrientes, nos sale un artículo medianamente inspirado. Para ello le hemos pedido a Paco el favor de que nos haga unos acordes con alguna de las maravillosas guitarras que conserva en sus vitrinas.
Rodeado de tan agradable ambiente, inmerso en las cautivadoras melodías de su sonanta, con los duendes pululando por los espacios de su casa, cuyo sabor nos recuerda a los patios jerezanos del XIX, nos sentamos frente a él, llamándonos poderosamente la atención cómo su figura se agranda y enaltece cuando se encuentra acariciando la guitarra.
El principio
«Nací el 6 de Marzo de 1942 educándome y haciendo los cursos de Primaria con los hermanos de las Escuelas Cristianas de la Salle, en el colegio Sagrado Corazón de Jesús que se encuentra en la calle Ventura Misa, en la zona del Mundo Nuevo. Del transcurso de aquellos años recuerdo con cariño y admiración a un profesor seglar llamado Paco Galán, quien era un gran músico, pues tocaba todos los instrumentos. Este profesor quiso montar una rondalla en el colegio y me cogió para que formara parte de ella, siendo el primero que me puso una guitarra en las manos. Los años que pasé en la rondalla del colegio despertaron en mí gran afición a la guitarra y tuve la suerte de recibir algunas clases del gran guitarrista y creador Javier Molina».
A partir de que recibe esas clases es cuando Paco le pide a su padre que lo lleve al profesor Rafael del Águila, con el que estuvo algo mas de dos años. Eran clases que alternaba con las de administrativo en la Escuela de Comercio de la calle Porvera. Estudios que no llega a terminar entrando de meritorio en la gestoría Vidal de Lema. De allí pasa a trabajar en las oficinas de las bodegas Palomino y Vergara, trabajo que abandona por la guitarra, ya que, debido al éxodo de los guitarristas Manuel y Juan Morao con las grandes compañías a Madrid y al extranjero, Jerez se había quedado sin guitarristas que tocaran por las noches en las ventas y fiestas que se organizaban en la ciudad, por lo que llamaron a su padre para decirle: «Déjanos al niño» para tal o cual fiesta. Y así empezó a tocarle a Tío Borrico, al Troncho, al Batato, a Sordera, a Cernita, a Paco Laberinto, al Brene, al Niño del Jazmín, etc. Con ellos hacía el recorrido de la noche que empezaba en Benjamín en la Rosaleda, la Pañoleta, la Venta Maribal, para terminar en la Venta Casablanca en el Balneario.
Fuera de Jerez
Debido al trabajo en las ventas y en las fiestas particulares, Paco Cepero consigue la popularidad suficiente como para ser contratado fuera de Jerez, obteniendo su primer contrato junto a Manolo Sanlúcar en el Real Club de Tenis de San Sebastián. Aproximadamente al año, y por mediación de Luis Carvajal, Paco Cajeta y Luis Cuñado nuestro guitarrista es contratado para hacer una tourné con la Paquera. «Y es en el espectáculo de ésta recorriendo los teatros de España donde me siento artista porque salgo a los escenarios a trabajar con los mejores».
A partir de ahí es contratado por Manolo Caracol. Se da la circunstancia de que Juan Morao se tiene que ir con su hermano Manuel Morao a recorrer el mundo con el ballet de Antonio, por lo que le dice a Caracol: «Manuel, no te preocupes, que te voy a buscar a uno que te va a servir, porque toca lo mismo que yo o mejor». Manolo Caracol lo citó en el teatro de Algeciras, donde lo probó y contrató, quedándose con su compañía de tourné, cuyo elenco de primeras figuras lo formaban Manolo Caracol, Luisa Ortega, el Güito, Enrique Ortega, Arturo Pavón etc
Al finalizar el contrato con Caracol, apenas regresa a Jerez, es contratado por el agente artístico Antonio Pulpón para actuar en el Club de Oficiales de la Base Naval de Rota, en la que trabaja todas las noches por espacio de tres meses. Al terminar dicho contrato es requerido para tocar en Gibraltar, a donde, debido a que estaba cerrada la verja, tuvo que viajar a Tánger accediendo a la Roca por vía marítima. En Gibraltar estuvo tocando su sonanta durante seis meses en el lujoso Hotel Queen. Apenas regresa a Jerez se entera de que Manuel Loreto lo estaba buscando porque Manolo Caracol quería llevárselo a su tablao de los Canasteros.
En Madrid
Una vez en Madrid, trabajando en los Canasteros, Paco Cepero se instala definitivamente en la capital, permaneciendo durante 35 años, tiempo en el que fragua su carrera como guitarrista y compositor, grabando canciones aflamencadas con el Turronero, Chiquetete y Juanito Villar. Con estos artistas tuvo éxitos clamorosos como fue Me tocó perder, Te quiero niña o Dame tu querer".
Pero cuando da el espaldarazo como compositor nacional e internacional es cuando Lolita le graba su canción Amor, amor. A partir de entonces Paco Cepero sube como la espuma haciéndose compositor y productor de figuras de la talla de Julio Iglesias, Rocío Jurado, Isabel Pantoja, María Vidal, María del Monte, Los Marismeños, Bordón Cuatro, Rumba Tres, Manolo Escobar, Las Grecas, El Fari, etc. También le graban artistas latinoamericanos como José José, Wilfredo Vargas, Oscar Cruz Pero hay que reconocer que la voz llorona y flamenquísima de Chiquetete es la que le ha hecho cosechar mejores éxitos y reconocimientos artísticos a Paco Cepero.
(Mañana, la segunda y última parte)