«En el pueblo nos quieren mucho... bueno, algunos»
Cuando la concentración en homenaje a Ignacio Uria concluyó con un cerrado y prolongado aplauso. Olatz, una de sus hermanas, tomó la palabra para, a duras penas, agradecer las muestras de cariño recibido. «Todo el apoyo es poco, porque Ignacio está muerto», lloró.
Actualizado:«En el pueblo nos quieren mucho... bueno, algunos», precisó Olatz Uria, que tuvo un recuerdo emocionado para Manoli, viuda de Ignacio, «Está valiente, pero necesita a su marido, estaban muy juntos y lo va llevar muy mal», explicó a sus convecinos.
La hermana de la última víctima de ETA en ningún momento reprimió las lágrimas, pero tampoco un deje de orgullo al referirse a Ignacio. La gente «le quería mucho», presumió, e hizo hincapié en que nunca se fijó en los colores políticos a la hora de dar un empleo. «Tenía trabajando a gente de todos los ideales. Era demasiado bueno, todos le pedían trabajo y si no era una cosa les daba otra, era una persona muy humilde», recordó con ternura.
Olatz, antes de concluir, desveló un detalle: su hermano y su cuñada tenían previsto desplazarse hoy a Alicante para pasar unos días de descanso. «Incluso había limpiado el hijo mayor el coche para el viaje», pero dos balas etarras lo han impedido y Manoli, en el tanatorio donde es vela su esposo, no deja de preguntarse «por qué no habremos salido el lunes».